Por contra, González rechazo de pleno discursos identitarios: "En Madrid no cabe un proyecto identitario que no sea el de todos los españoles. Es incompatible con esta región y con el compromiso permanente de los madrileños con la unidad de España y con la hermandad entre los españoles". Y dejó claro que aunque los madrileños están orgullosos de su pasado no se extasían en él, sino que les sirve de impulso para ganar el futuro".
Al honrar a los héroes del 2 de mayo, exaltó que dejaron como legado que "los españoles son los únicos dueños de su destino", demostrándolo aquel día de 1808 en el que lucharon unidos andaluces, gallegos, catalanes, asturianos, vascos y aragoneses. "Todos ellos formaban el pueblo de Madrid" porque, aseguró, "Madrid era, como lo es hoy, un lugar de encuentro y de oportunidades abierto a todos, un lugar donde a nadie se le pregunta de dónde viene, sino hasta dónde quiere llegar".
El presidente regional quiso aprovechar el Día de la Comunidad para alabar la solidaridad de los madrileños hasta en los peores momentos, incluidos los años más duros de la reciente crisis. En este sentido, explicó que si antes de la crisis, los madrileños destinaban 7 de cada 10 euros de sus impuestos a cubrir gastos sociales, hoy, esa cifra se eleva hasta el 90% del presupuesto regional. "Siendo los madrileños los que más porcentaje destinan de toda España a la solidaridad y a cubrir los servicios esenciales", manifestó.
El jefe del Ejecutivo madrileño entregó a la viuda de Luis Aragonés la Medalla de Oro que la Comunidad le ha concedido a título póstumo, distinción también concedida al ex presidente Adolfo Suárez y que será entregada a posteriori por deseo expreso de la familia. La máxima distinción de la Comunidad de Madrid también fue entregada en la Real Casa de Correos a representantes del Museo del Prado y al Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.