El centro es un complejo multidisciplinar para la recogida diaria de fauna herida, su rehabilitación, posterior seguimiento y puesta en libertad. En este año ha prestado asistencia veterinaria a más de 3.200 animales, el 62% autóctonos y el 38% exóticos. La gran mayoría -el 67%- han sido aves, seguidos del 23% reptiles y el 9% mamíferos. El tiempo medio de estancia de los animales es de tres meses, y entre las principales patologías atendidas figuran fracturas provocadas por colisiones o choques de las aves con postes, tendidos eléctricos o vallas.
Una de las principales causas de ingreso han sido las crías o pollos recogidos, junto con los animales decomisados. Entre los animales tratados figuran aves como lechuzas, azores y buitres hasta mamíferos como ginetas o garduñas, pasando por reptiles como culebras viperinas o galápagos leprosos, junto a animales exóticos como un emú, mapaches, chinchillas, iguanas o pitones.
El Centro de Recuperación de Fauna Salvaje dispone de un edificio exclusivo para la fauna autóctona, y otro separado para los ejemplares exóticos. Cada uno de ellos cuenta con sus salas de incubación y crianza de pollos, cuarto de alimentación, Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), enfermería, prequirófano, quirófano, sala de rayos X, sala de revelado, laboratorio, terrario y almacén.