Así, con el déficit a la carta, los ajustes realizados por los madrileños revierten directamente en un mayor margen para las regiones incumplidoras, lo que supone un desincentivo al cumplimiento de los objetivos. Es decir, los esfuerzos de contención del gasto que hicieron una serie de comunidades en 2012, se convierte ahora en mayor déficit para las incumplidoras y por lo tanto un mayor relajamiento en la reducción de los gastos.
En este sentido, el presidente de la Comunidad de Madrid ha garantizado que no serán necesarios nuevos ajustes que supongan un esfuerzo añadidos a los ciudadanos madrileños para poder cumplir con el objetivo de déficit fijado para este año a la región. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas justifica este reparto asimétrico aduciendo que ninguna Comunidad puede tener un objetivo superior al obtenido en 2012.
Sin embargo, la propia Administración del Estado ha incumplido este principio al asignarse un objetivo superior (-5,2%) al registrado en 2012 (-5,02%). Así ha sucedido también con el objetivo de déficit fijado a cuatro autonomías, Extremadura, La Rioja, Asturias y Galicia, a las que se les ha asignado un objetivo de déficit superior al conseguido en el ejercicio 2012. Además, comunidades que incumplen como Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Cataluña y Baleares tendrán objetivos de déficit mayores que el resto.
Esta Ley establece una serie de mecanismos preventivos, correctivos y coercitivos para conseguir el cumplimiento de los objetivos de déficit, y en ningún precepto de la norma se dice que la reacción al incumplimiento sea dar mayores objetivos de déficit. La Ley establece que el Ministerio de Hacienda debe velar por el cumplimiento de los objetivos y dispone de mecanismos para evitar el incumplimiento que el Gobierno de la Nación no ha utilizado en 2012.