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Más de la mitad de los madrileños no sufren depresión postvacacional

El 53,2
3 por ciento de los madrileños no sufren depresión postvacacional y el número de trabajadores que padecen este trastorno a su regreso a la oficina se ha reducido en más de 36 puntos porcentuales con respecto al 2011, según un informe de Randstad

Randstad recomienda, para tener un correcto retorno a la jornada laboral en la primera semana marcarse objetivos sencillos, fijar prioridades e intentar regresar de las vacaciones dos o tres días antes de la incorporación al trabajo para conseguir el ritmo laboral anterior y adaptarse con mayor facilidad

En este sentido, el 53,23 por ciento de los encuestados en Madrid ha afirmado que regresa a la oficina con normalidad y sin padecer depresión postvacacional, mientras que el pasado año las personas que reconocían no sufrir este síndrome alcanzaron el 16,48 por ciento.

En el ámbito nacional, el número de empleados que, según este informe, no padece depresión a la vuelta al trabajo supera el 53 por ciento de los encuestados. Esto indica que los trabajadores están más comprometidos con su empleo y valoran más su puesto de trabajo ya que son conscientes de las dificultades del mercado laboral en la actualidad.

Este trastorno dificulta la adaptación al nuevo ritmo laboral y se manifiesta en irritabilidad, insomnio o tristeza, así como dolores de cabeza, alteraciones en el apetito o desmotivación.

En cuanto a las regiones Castilla-La Mancha, Madrid y Canarias con 38, 37 y 31 por ciento respectivamente son las comunidades autónomas donde se ha producido un mayor aumento en el volumen de trabajadores sin estrés postvacacional. Le siguen Aragón, Castilla y León y Extremadura con 21, 19 y 16 por ciento respectivamente. En cambio, los asturianos y los vascos son los únicos cuyos resultados manifiestan un aumento de este estado anímico a la vuelta al trabajo tras el periodo estival.

La media de tiempo que necesitan los trabajadores a nivel nacional para superar el estrés después del verano, según Randstad, es de entre una y dos semanas para el 56 por ciento de los encuestados. Además, más del 39 por ciento de los consultados se adapta al ritmo de trabajo con el paso de un  día, mientras que un 3,5 por ciento supera esta situación con más tiempo.

Estudios, edades y género a estudio.

Los resultados de esta encuesta concluyen que prácticamente son inexistentes las diferencias en función del grado de estudios académicos de los consultados. Los trabajadores universitarios o formados en FP estresados (51,6 y 50,5 por ciento, respectivamente) superan ligeramente a los que niegan padecer este trastorno.

La mayoría de los empleados con estudios de Bachillerato (55 por ciento) y EGB-ESO (66 por ciento) regresan de las vacaciones y se adaptan al trabajo sin dificultades. En esta misma línea se expresan los trabajadores sin estudios. Un 54 por ciento indica que su vuelta tras las vacaciones se desarrolla con normalidad.

Por edades, seis de cada diez empleados de entre 16 y 24 años no sufren depresión postvacacional, seguidos de los trabajadores con una franja de edad comprendida entre los 25 y 29 años (59 por ciento) y los de 45 y 65 (53,5 por ciento).  Es decir, a mayor edad, más nos cuesta volver a la rutina.

Por último, en cuanto a géneros, algo más del 60 por ciento de los hombres encuestados reconoce no sufrir depresión postvacacional, mientras que entre las mujeres este porcentaje se reduce a poco más del 48 por ciento. Año tras año, las mujeres aluden a mayores dificultades a la hora de incorporarse a su rutina habitual. Sin embargo, estas diferencias entre géneros no se dan en todas las franjas de edad.

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