El sindicato de CCOO se ha hecho eco de las circulares remitidas a los servicios de mantenimiento, instándose a través de éstas a señalizar dichos ‘puntos negros’ de amianto, elemento que se encontraría en las arandelas y fusibles.
Asimismo, Metro alerta de la presencia de este componente cancerígeno en pequeñas piezas, como es el caso de una arandela de un descargador de sobretensión. Se trata de una pieza incorporada en equipos fabricados hasta finales de 1990 e incorporados en series 2000 y 5000, «internamente embutida dentro de la cerámica aislante y fijada internamente por el anillo metálico de cierre».
Desde la compañía indican que después del análisis “exhaustivo” de los mecanismos de los trenes, de los 20.000 componentes que puede contener el mismo, se han localizado una decena de elementos que contienen amianto, estando éste contenido en piezas de pequeñas dimensiones, “encapsuladas” y de “imposible acceso” por aprte de los trabajadores.
Es por ello que Metro ha subrayado que no existe riesgo de exposición al amianto para empleados y usuarios, para añadir también que se han realizado mediciones ambientales y todas ellas han dado negativo en lo referido a fibras de amianto. Además, el suburbano ha destacado que se sigue realizando una revisión en profundidad del material móvil y que todas la información a los empleados se aporta «con transparencia».