Consumo recuerda que no deben venderse como rebajas artículos deteriorados o adquiridos para ser vendidos a un precio inferior al ordinario. Además, en las etiquetas debe figurar el precio rebajado o el porcentaje de rebaja junto al precio anterior. La comparativa debe reflejarse tanto en las etiquetas de los productos como en las de los escaparates. Si las ofertas no afectan a todos los productos comercializados, los rebajados deben estar debidamente identificados y diferenciados.
Asimismo, es necesario tener en cuenta que no es obligatorio que el comerciante cambie un artículo o reembolse el dinero salvo defecto de origen. La posibilidad del cambio o devolución se entiende como una atención comercial y sólo se realizará si así lo anuncia el comercio. Solamente en el caso de venta a distancia hay siete días para devolverlo si así lo desea el consumidor. Es recomendable exigir y guardar los tiques y las facturas de los artículos adquiridos por si fuera necesario realizar algún tipo de reclamación o cambio.
También es aconsejable no aceptar saldos ofrecidos como rebajas, pues son productos cuyo valor ha disminuido por encontrarse defectuosos o deteriorados, mientras que los productos rebajados deben poseer la misma calidad. Desde este año, el comerciante puede decidir libremente los periodos estacionales y la duración de los tiempos en que se pueden celebrar las ventas en rebajas, que pueden afectar a menos de la mitad de los productos ofrecidos y los establecimientos comerciales pueden poner a la venta saldos que no hayan sido puestos a la venta con anterioridad.