Los testigos llamaron a emergencias, alertando del grave estado en el que se encontraba la persona. Eso ocurrió a las 11:24 horas y a las 12:00 todavía no había llegado ninguna unidad al lugar indicado, habiéndose incluso enviado la ubicación por GPS.
La Guardia Civil se personó e indicó a los motoristas que se retirasen, haciéndose cargo de la situación, aún cuando con casi total seguridad el senderista ya había fallecido. Sin embargo, uno de los conductores recibió una llamada del SUMMA 112 a las 14:35 horas en la que se le preguntaba si los sanitarios habían acudido al lugar señalado.
Lo grotesto y dramático de la situación es que, según informan desde el diario digital Sierra Norte, la incidencia se produjo a menos de cuatro kilómetros de la UVI móvil de Mozoyuela y de la ambulancia de La Cabrera. Desde éstas no se activaron los protocolos. Finalmente, fue un médico de urgencias de Buitrago quien se trasladó, pudiendo certificar el fallecimiento del senderista.
