Concretamente, la empresa especializada ha realizado mediciones ambientales y superficiales en el interior de los armarios neumáticos de cabina y en los distintos componentes, hallando la sustancia cancerosa en dos juntas que se encuentran en distintas llaves de paso.
Los resultados del estudio arrojan datos por debajo de los valores indicados para llevar a cabo labores de desamiantado; asimismo, los elementos afectados no son accesibles al personal ni tampoco a los usuarios. Estas juntas están en lugar al que «no tienen acceso ni trabajadores ni usuarios» y el amianto que hay en ellas es una «cantidad residual» que «no implica riesgos para viajeros ni usuarios porque no tienen exposición”, explican desde la entidad.
De acuerdo a las mediciones, la compañía ha informado que se puede realizar la manipulación de las llaves y elementos neumáticos integrados en los armarios de las cabinas de conducción, así como el acceso y reposición del chaleco reflectante, de los guantes de látex y de la linterna. No obstante, se han suspendido las labores de mantenimiento de esa pieza pero los trenes continuan circulando «sin mayor problema».