Según afirman los organizadores, entre los miles de objetos antiguos que se pueden ver y tocar en la feria, se pueden encontrar desde juguetes de lata, a muñecas del siglo XIX y de los años 20 o de la posguerra, pasando por trenes eléctricos de los años 60 y los personajes que marcaron toda una época como Mazinger Z -ese enorme robot dirigido por humamos- o Superman, el superhéroe por excelencia. Hasta los últimos muñecos de Stars Wars forman parte de esta exposición. Y es que, observando juguetes de distintos tiempos podemos llegar a entender la historia, la cultura y la sociología de cada época: desde los juguetes de metal a los de plástico, hasta el papel o el cartón.
Verdaderas piezas de museo
El paso de los años ha otorgado a todas estas colecciones de juguetes antiguos un gran valor económico añadido al sentimental. Se han convertido en verdaderas piezas de museo que pueden llegar a mover grandes cantidades de dinero. Ese coche de hojalata o esa muñeca de cartón no sólo son objetos de coleccionista o de forofos del juguete antiguo, sino auténticos productos de inversión. Así, por ejemplo, se puede adquirir un cochecito de chapa de la marca española Payá, fabricado en 1953, por unos 1.200 euros y al cabo de dos años venderlo por unos 1.500 euros. Según los expertos del sector, los juguetes antiguos de precio medio se revalorizan entre un 15% y un 20% cada año. Los coches de scalextric también son muy demandados en la actualidad y por eso en el Mercado Puerta de Toledo se puede ver una gran variedad de modelos a escala, antiguos, descatalogados o de serie limitada. En fin, quien quiera recordar lo más tierno de su infancia o admirar la belleza de los objetos que más ilusión han traído sabe que tiene una cita obligada. La próxima oportunidad será el 3 de mayo.