La compañía de ballet clásico de San Petersburgo de Andrey Batalov -director artístico y coreógrafo- vuelve a la Gran Vía madrileña con su exitosa obra de ‘La bella durmiente’, la fantástica historia la princesa hechizada por la bruja Carabós, quien al no ser invitada al bautizo real predice que Aurora se pinchará el dedo con una aguja, cayendo ésta en un profundo sueño del que no despertará hasta recibir el beso de amor de un príncipe.
El cuento de hadas, basado en la historia de Charles Perrault, es uno de los ballets más famosos del repertorio clásico, llevado a escena por primera vez en San Petersburgo en 1890. Bajo el decorado de Evgeniy Gurenko, la música de Piotr Chaikovskiy y la coreografía de Marius Petipála, la obra se compone de tres actos interpretados por célebres y laureadas figuras de la danza clásica, entre los que destacan: Ekaterina Bortiakova -Aurora-, Nikolay Nazarkhevich -el príncipe Desire-, Natalya Kush y Ievgen Lagunov.
El primer acto comienza con la celebración del bautizo de la princesa, ceremonia que se ve enturbiada por la aparición de la malvada bruja, quien maldice a Aurora; esta primera parte se cierra con el deimosexto cumpleaños de la bella princesa, que se pincha con una aguja escondida en un ramo de flores que le había ofrecido una anciana.
Cien años más tarde -ya en el segundo acto- el príncipe, con su séquito, está de cacería cuando encuentra al Hada Lila, quien le sume en un sueño en el que le enseña a la bellísima princesa Aurora. El príncipe se despierta y de lejos ve el castillo. Encuentra a Aurora, la besa y ésta despierta. La maldición esta vencida. La obra conlcuye con la gran boda de los príncipes, acudiendo al casamiento personajes de otros cuentos del autor, como el gato con botas o caperucita roja.
