Como cada año por estas fechas el Teatro Gran Vía celebra su temporada de zarzuela. Un periodo que este año además coincide con el centenario de las obras de construcción urbanística de la calle Gran Vía; proyecto que supuso en su momento uno de los mayores acontecimientos sociales de nuestra ciudad.
Para celebrar tan magno aniversario, en esta ocasión serán tres las piezas representadas. Tres clásicos del Género Chico, fiel reflejo del Madrid del chotis, la mazurca, las castañeras, las aguadoras, las cigarreras, las verbenas en los barrios, el olor a churros calientes, los barquilleros, el organillo y los pregones.
Como no podía ser de otra manera, la temporada comienza con La Gran Vía y Agua, Azucarillos y Aguardiente, que estarán en cartel desde el 30 de mayo hasta el 10 de junio. Sin duda, una oportunidad única para disfrutar de dos de las piezas maestras del repertorio de Federico Chueca. Ambientadas en el Madrid de finales del siglo XIX, el paso del tiempo no ha deteriorado ni un ápice del libro ni de la partitura de estas obras, que han triunfado sobre las tablas de los teatros más importantes de Europa.
Cierra temporada la zarzuela chica más representativa del maestro Ruperto Chapí: La Revoltosa. Los tiras y aflojas amorosos entre la insolente Mari Pepa y el arrogante Felipe cautivarán a un público que, desde el 12 hasta el 17 de junio pueden ser testigos de todo un alarde de verso castizo y costumbrista. Si se queda sin entradas no se preocupe, porque el Teatro de la Zarzuela le ofrece una nueva oportunidad para disfrutar de este sainete lírico junto con la zarzuela Las Bribonas desde el 22 de junio y hasta el 22 de julio.
