El WiZink Center se convirtió en la velada del domingo, 1 de julio, en el escenario idóneo donde olvidarse de las penas tras la derrota de la selección española en el Mundial de Rusia. El divo Luis Miguel bien se ganó su sobrenombre de ‘Sol de México’ al dar calor a las más de 12.000 personas que asistieron al primer concierto de la gira que el artista ha previsto realizar en España después de seis años. Su segunda cita en la capital madrileña será hoy, lunes 2 de julio, a las 21:30 horas, de nuevo en el WiZink Center, aunque al igual que ocurrió en la primera jornada: las entradas están agotadas.
Aunque el cantante se hizo de rogar, lo que hizo acrecentar el temor de las seguidoras a que el espectáculo se convirtiese en un déjà vu de los abandonos y cancelaciones de conciertos a los que se ha visto abocado en la última época Luis Miguel, éste finalmente sedujo al público, abrigando sus corazones. Así, ‘Si te vas’ y ‘Tú sólo tú’ fueron los temas con los que abrió el repertorio, siguiendo con ‘Por debajo de la mesa’, ‘Hasta que me olvides’ o ‘Un hombre busca a una mujer’.
Con este inicio, el cantante se aseguró el recibimiento que merecía, recreándose en los intervalos de aplausos entre canción y canción para volver al micrófono con una vitalidad inusitada después de 36 años de carrera. Su voz se mantuvo tan impoluta como el negro que vestía, lo que animaba a pronunciar la coletilla de ‘Está mayor, per muy bien’ por parte de las asistentes.
De esta manera, el divo fue reviviendo los pasajes de boleros que lo convirtieron en el adonis latino. Durante ese recorrido por los años 80 y 90, al que le acompañaron ocho músicos y tres coristas, el ‘Sol de México’ fue brillando con popurrís de temas como ‘Cuestión de piel’, ‘Amante del amor’, ‘Más allá de todo’, ‘Fría como el viento’ y ‘Tengo todo excepto a ti’. Y así, entre vítores del público, Luis Miguel alcanzó el ecuador de más de dos horas de concierto y más de 30 canciones.
Ya en la segunda parte del espectáculo, el artista quiso dedicar su canto a su país de adopción. El collage de letras y música al que recurrió minutos antes volvió a repetirse con canciones, de nuevo, de los años 80’: ‘No me puedes dejar así’, ‘Palabra de honor’ y ‘La incondicional’, la cual no podía faltar ni dejar de venir acompañada por el aflojado de corbata de Luis Miguel. A pesar de que el célebre cantante empezó a engalanar en exceso sus odas, ello no desagradó al público, quizá demasiado embelesada en el el blanco de los dientes del artista.
Si bien el esquema de gallardo predominó durante toda actuación, Luis Miguel se permitió el lujo de optar por una actitud más desenfada con ‘Me dio el dolor de cabeza’. En chaleco y con camisa desabrochada, uno de los clímax de la noche llegó con ‘Contigo en la distancia’. En este tema, el divo hizo alarde de su don natural manteniendo la nota y abriendo la alfombra roja a 14 mariachis que revolucionaron el WiZink Center.
Éstos acompañaron al protagonista de la velada en su último tramo, escuchándose tres canciones de su último disco, ‘La fiesta del mariachi’, ‘Llamarada’ y ‘El balajú / Huapango’, así como otro clásico ineludible, ‘La bikina’. Las campnadas de medianoche se iban acercando a tiempo de ‘Sabes una cosa’ y tradicionales bises: ‘Decídete’, ‘La chica del bikini azul’ y, cómo no, ‘Cuando calienta el sol’.
