El vicepresidente Pablo Iglesias, ha rebajado al máximo sus apariciones públicas una vez que se ha superado el estado de alarma
El vicepresidente Iglesias nos tenía acostumbrados a una sobre exposición habitual en él que se ha visto rebajada en gran medida con la entrada en la nueva normalidad. Además, es un aspecto que se da en el contexto del conocido como «caso Dina». Así, como en los detalles judiciales que se están conociendo en torno a la desaparición de la tarjeta de su ex asesora.
Desde Podemos tratan de desvincular la conexión entre la reducción de las apariciones públicas de su líder. Un aspecto forzado tras con el nuevo giro del culebrón judicial vinculado a Dina Bousselham. Desde la formación insisten en que lo sustancial de este caso sigue estando en la gestación de una trama en lo que denominan «las cloacas del Estado». Una trama encargada de atacar y desacreditar a Podemos.
La hoja de ruta actual de la vicepresidencia es el silencio administrativo, así como la reducida agenda oficial de Pablo Iglesias. Un vicepresidente que se ha visto alejado completamente durante la última semana. El objetivo de este silencio no podría ser otro que el de evitar cualquier pronunciamiento sobre el «caso Dina», que se juzga en la Audiencia Nacional.
Fue el pasado miércoles cuando se producía su última intervención en la sesión de control en el Congreso. Hasta este lunes, Moncloa no trasladaba datos sobre su agenda pública. De hecho, fue ayer cuando el vicepresidente reapareció acudiendo al semanal Consejo de Ministros, por la mañana, y posteriormente por la tarde. También acudió al Senado; obligado por Vox, para contestar a una interpelación sobre las medidas que tiene previsto adoptar en las residencias de ancianos ante un posible rebrote de coronavirus.
El estado de alarma nos tenía acostumbrados al papel protagonista que Iglesias quería dar a mostrar para dejarse ver ante los ciudadanos como un pilar fundamental durante la crisis del coronavirus.