El Banco Popular vivió la pasada semana una de sus peores semanas de su historia, si no probablemente la peor, con una caída de hasta el 26% en un sólo día tras el anuncio por parte su presidente Ángel Ron del proceso de ampliación de capital al que se someterá la entidad española. En esta búsqueda en los mercados de los 2.500 millones que recapitalicen el banco, la dirección del Popular ha visto como sus acciones acumulaban un descenso del 40% en menos de diez días para un acumulado de todo el año de casi el 46%.
La decisión del Banco Popular, provocada por el nocivo contexto bancario en general y, en particular, por unos propios activos tóxicos inmobiliarios que rondan los 27.000 millones de euros, no ha caído de forma positiva entre la mayoría de los inversores. José Ramón Iturriaga, gestor de uno de los fondos con más peso en el Popular (Okavango Delta, con aproximadamente un 6% de las acciones de la entidad), afirmaba durante estos días al diario económico Expansión que “el déficit de provisiones del banco era por todos conocido, pero nadie esperaba que se tomara esta decisión, que es la más costosa para el accionista”.
Y es que se espera que de, completarse con éxito, la ampliación de capital deje las acciones del banco con un 0,6 del valor inicial antes del proceso, un duro varapalo para los pequeños y medianos accionistas del banco, que son la gran mayoría desde que ningún gran fondo internacional de inversión tiene puesto sus tentáculos sobre el banco español. Ahora, como explicaba también Iturriaga en sus declaraciones para Expansión, los accionistas ven como “la salida natural” que el Popular sea comprado por otro banco. “La entidad, sin accionistas de referencia, sigue siendo candidata a ser adquirida”, comentó Iturriaga.
Dentro del contexto negativo, pese a todo, si algo se tiene claro es que la expansión del Popular no tiene visos de estrellarse ya que hasta en un 97% está asegurada por otras entidades como UBS, Goldman Sachs y Barclays Bank.
El IBEX 35 se mantiene a pesar del Popular
La caída de las acciones del Banco Popular, sin embargo, ha sido como un movimiento a contracorriente de la situación actual de los mercados europeos, que durante esta semana se dieron un baño de optimismo gracias a la subida de las empresas relacionadas con el petróleo, el desbloqueo de un nuevo tramo de ayuda para Grecia y las declaraciones del BCE acerca de la situación de los préstamos en problemas del sector industrial. Todo ello ha dotado de un nuevo aire en las plazas europeas en espacios como IG Markets, que presenciaron en primera persona el afloramiento del optimismo europeo.
El optimismo llegó hasta la Península Ibérica incluso pese al terremoto provocado por la ampliación de capital del Banco Popular. El IBEX 35 salió también más que airado de una semana complicada, con una subida del 3,8% en el acumulado semanal, y hasta se vieron también subidas del valor de las acciones en el propio sector bancario, con el BBVA entre los valores que más subieron durante este espacio de tiempo. Algo que no era fácil en absoluto, sobre todo si se tiene en cuenta que las políticas de expansión monetaria del BCE ya están comenzando a irritar a más de uno en el sector bancario español, que ven en estos movimientos una amenaza total a su porvenir.
En declaraciones a Europa Press, el analista de XTB Rodrigo García comentó que lo más normal para estas semanas es que el IBEX 35 prosiga con su sesgo alcista, “hasta los niveles de 9.200 puntos”. Y, lo que más llama la atención, es que todo ello se producirá pese a la caída de un Banco Popular que se espera siga con su descenso hasta los infiernos a no ser que alguien venga a solucionarlo en forma, probablemente, de compra exterior del banco. La solución, para los que estén interesados, vendrá en más bien poco tiempo. Hasta entonces, sólo queda esperar.
El IBEX 35 se mantiene a pesar del Popular
La caída de las acciones del Banco Popular, sin embargo, ha sido como un movimiento a contracorriente de la situación actual de los mercados europeos, que durante esta semana se dieron un baño de optimismo gracias a la subida de las empresas relacionadas con el petróleo, el desbloqueo de un nuevo tramo de ayuda para Grecia y las declaraciones del BCE acerca de la situación de los préstamos en problemas del sector industrial. Todo ello ha dotado de un nuevo aire en las plazas europeas en espacios como IG Markets, que presenciaron en primera persona el afloramiento del optimismo europeo.
El optimismo llegó hasta la Península Ibérica incluso pese al terremoto provocado por la ampliación de capital del Banco Popular. El IBEX 35 salió también más que airado de una semana complicada, con una subida del 3,8% en el acumulado semanal, y hasta se
vieron también subidas del valor de las acciones en el propio sector bancario, con el BBVA entre los valores que más subieron durante este espacio de tiempo. Algo que no era fácil en absoluto, sobre todo si se tiene en cuenta que las políticas de expansión monetaria del BCE ya están comenzando a irritar a más de uno en el sector bancario español, que ven en estos movimientos una amenaza total a su porvenir.
En declaraciones a Europa Press, el analista de XTB Rodrigo García comentó que lo más normal para estas semanas es que el IBEX 35 prosiga con su sesgo alcista, “hasta los niveles de 9.200 puntos”. Y, lo que más llama la atención, es que todo ello se producirá pese a la caída de un Banco Popular que se espera siga con su descenso hasta los infiernos a no ser que alguien venga a solucionarlo en forma, probablemente, de compra exterior del banco. La solución, para los que estén interesados, vendrá en más bien poco tiempo. Hasta entonces, sólo queda esperar.
