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Controla tu ego

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 “¡Yo tengo razón!”

Cuántas veces se dice esta frase a lo largo de las facetas de la vida.

Discrepar con alguien que rara vez admite sus errores y no acepta otros argumentos suele deteriorar las relaciones sociales, de amigos y familia.

La palabra ego es sinónimo de un “falso yo”, un “yo” fabricado a partir de las experiencias y vivencias. Para definirlo, se puede imaginar una máscara, pues es algo que oculta el rostro de la persona, y por asociación, podemos decir que oculta la realidad. Si uno define el ego de esa manera, podrá ver que nunca ha sido real.

¿Cómo funciona el ego en la vida?

Se alimenta del deseo de ser superior, pero no es nada más que la totalidad de las impresiones que se han juntado. Pretende opacar la luz espiritual de uno y, en muchos casos, puede dar entrada a creencias de todo tipo, incluyendo enfermedades y malestar.

¿Cómo te estás viendo? ¿Cómo un individuo aislado o cómo el reflejo del Amor?

Si te miras en un espejo, verás solamente el reflejo de tu imagen corporal, por eso al identificarse con el Amor divino puedes dejar de lado la influencia egocéntrica y abandonar algún punto de vista erróneo sobre ti.

Comprender tu identidad espiritual te permite vislumbrar todo lo bueno que está a tu alcance y esto favorecerá tu salud mental y física. Un cambio mental sobre la manera cómo te ves, puede cambiar tu vida para mejor.

¿Cómo dejar de tener siempre la razón y empezar a tener paz?

Hay algunos puntos importantes para combatir el ego:

·         No sentirse ofendido

·         Liberarse de sentimientos y pensamientos de superioridad y autosuficiencia

·         Dejar de identificarse con los logros

·         Despojarse de las opiniones humanas

·         Librarse de la necesidad de la fama

·         Desarraigar creencias negativas

·         Desarrollar cualidades espirituales

Cuando el ego no se interpone en el camino, el corazón tiene mayor claridad para pensar y actuar.

La metafísica cristiana Mary Baker Eddy profundizó sobre como ahondar en la consciencia, al escribir: “Debiéramos examinarnos a nosotros mismos para saber cuáles son los afectos y propósitos del corazón, porque sólo de este modo podemos saber lo que honestamente somos”.

Valorarse y amarse desde la pureza e inocencia posibilitan acumular tesoros en el corazón y eliminan las alas del “falso yo”.

Lo que da bienestar y verdadera salud es el amor, además te libera de pensamientos limitantes y del miedo que pretende implantar el ego como defensa frente a los demás.

El orgullo, el temor y la justificación propia ceden cuando la bondad, la humildad y la ternura están alineadas con la esencia espiritual y se reconoce la unidad inquebrantable con el Ego único, con el Amor. La consciencia única es como el sol, sus rayos no pueden desprenderse. El sol lo incluye todo, de ahí su plenitud.

Lo verdadero y simple es lo que procede de la Mente divina. Si te liberas del “ego”, del “yo personal”, podrás encontrar equilibrio, paz y bienestar en tu corazón. 

*María Damiani escribe acerca de la salud y el bienestar desde una perspectiva espiritual y es Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana en España. Email: [email protected] Twitter: @compubespana

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