Con la incesante marea de información que recibimos hoy en día, a veces resulta difícil evaluar qué sabíamos antes y qué es realmente una novedad. Las semillas de marihuana y su legalidad pueden servirnos de ejemplo para poner al día nuestros estereotipos y prejuicios porque… ¿alguien pensaba que la marihuana era ilegal en Jamaica? Recientemente los periódicos digitales informaban de que la Cámara de Representantes de Jamaica ha aprobado una enmienda de la Ley de Drogas Peligrosas de 1948 que despenaliza el consumo de marihuana por motivos medicinales o religiosos. Esta enmienda lleva un mes siendo debatida, e implicará la creación de la Autoridad de Permisos de Cannabis que controlará las licencias que se otorgarán a los ciudadanos que puedan demostrar esa finalidad terapéutica o relacionada con la religión rastafari. El movimiento rastafari nació en Jamaica en los años treinta del siglo XX y hace un uso sacramental de la marihuana, de la que afirman que es una creación divina y que no causa dependencia, y que debe someterse a las leyes divinas, no humanas. Sea como sea, hasta ahora era perseguida y este hecho suponía la criminalización de muchos jóvenes que entraban en el laberinto legal y judicial por la posesión de un porro. Así que, contra todo pronóstico, la marihuana no era legal (y de hecho todavía no lo es con fines recreativos) en Jamaica, al igual que el movimiento rastafari solo fue considerado religión en 2003. Es increíble como los tópicos magnifican detalles que en una sociedad pueden ser bastante conflictivos, como ocurriría en España con el espectáculo taurino, cada vez más en entredicho pese a ser para muchos la estampa típica de este país. Parece que en el caso de Jamaica, las leyes van en la dirección del estereotipo, pero también en el reconocimiento de una realidad social innegable que trae a la luz la diversidad de un país que va mucho más allá del reggae y la sobreexplotada imagen de su bandera.
