Tal y como indican estudios recientes, el 44% de los consumidores consultados en diferentes encuestas
eligen Internet como la primera opción a la hora de buscar y comprar cualquier producto. Este dato no es de extrañar si tenemos en cuenta el crecimiento del comercio online, un sector que no deja de aumentar su volumen de negocio año tras año, y que contrasta con la difícil realidad que viven los canales comerciales tradicionales debido a la crisis.Esta preferencia de los consumidores a la hora de elegir Internet para realizar sus compras o para contratar cualquier tipo de servicio se debe a varias razones, siendo una de las principales las grandes
ofertas y descuentos que la red puede ofrecer. De igual forma, la posibilidad de contrastar precios de un modo instantáneo para hacer más inteligente una compra o la disponibilidad absoluta de los productos ofertados, ya que Internet nunca cierra. Y sobre todo esta disponibilidad 24 horas es una de las razones que puede explicar el vertiginoso aumento del comercio online, y el del interés de los consumidores por las plataformas destinadas a las ventas virtuales.Sin embargo, existe una razón mucho más importante a la hora de explicar el fenómeno del creciente interés y confianza de los clientes a la hora de realizar sus compras a través de la red, de la que se ha tratado algo en los párrafos anteriores, y es justamente la de contar con
nuevos métodos de pago online, servicios que pueden presentarse bajo la forma de monederos virtuales, tarjetas bancarias especiales para las compras por Internet o, y este es el caso más interesante de todos, las conocidas como tarjetas prepago.Este revolucionario método de pago de sencillo uso se ha convertido en uno de los medios más cómodos para comprar en Internet en unos pocos pasos. La razón estriba en su funcionamiento, ya que se trata de tarjetas que pueden comprarse en multitud de establecimientos físicos y que cuentan con un saldo variable que puede destinarse a compras online de cualquier tipo. Así, las tarjetas prepago poseen un código alfanumérico que se introduce en las plataformas dedicadas al comercio online, de modo que no es necesario facilitar ningún dato bancario privado para realizar los pagos a la hora de comprar. Las ventajas de todo ello son evidentes, ya que la seguridad y la confianza de los clientes aumenta de forma significativa cuando no tienen que exponer ningún tipo de información privada para aprovechar las ventajas del comercio online.
En definitiva, el crecimiento de las ventas a través de la red es un proceso complejo que responde a diferentes factores, aunque no cabe duda que la confianza de los consumidores es clave para conseguir mantener el volumen de negocio en un crecimiento continuo, una confianza que ahora encuentra un nuevo respaldo en métodos de pago como las tarjetas prepago.