Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Corizonas: «El rock & roll en castellano es muy complicado»

Corizonas_Promo_Unidos_Tokyo_02.jpg

Llegan Corizonas a La Riviera el 2 de febrero a través de #JuntémonosconCorizonas como una de las bandas más solicitadas por el público a través de la plataforma de shows bajo demanda.

Tengo que reconocer que la última vez que vi a Corizonas fue a una hora difusa, entre las dos y las tres de la madrugada, con hambre y recién vapuleado por Neil Young en el Mad Cool del 2016. Antes de entrar en harina…  ¿Pudisteis ver ese concierto o los preparativos, manías o concentración del grupo antes de cada concierto lo impidieron

¡Sí que lo vimos, fue brutal! Después fuimos hacia el escenario donde tocábamos y por el camino nos fuimos encontrando con un montón de amigos. En los camerinos hablamos y bebimos con gente de otros grupos y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos tocando, a las tres de la mañana. Demasiado tarde, demasiadas emociones, demasiada vida social y muy poca concentración, así que fuimos a lo loco. No sé si eso es bueno o malo, pero lo que te puedo decir es que cuando salimos a tocar así, sin prácticamente poder pensar, los conciertos son difíciles de gobernar.  Imagino que eso es malo en un concierto de Beyonce pero bueno en uno de los Who.

Hay grupos, carne de escenario, entre los que os incluyo, en el que el directo tiene algo de iniciático. ¿Cómo se transfiere esa atmosfera del escenario al estudio y qué se pierde por el camino, si es que se pierde algo, por mucho que la grabación analógica sea siempre más palpable, más orgánica?

Siempre se pierde algo. La ventaja que tiene la grabación analógica es capturar esa inmediatez pero al ser un método de grabación antiguo, la mayoría de los técnicos no saben manejar la maquinaria tan bien como se hacía en los años 60, 70 u 80, y eso te obliga a grabar de tirón, sin pinchar ni regrabar. A veces, si quieres repetir algo, que en argot se llama pinchar, te puedes cargar toda la toma por la inexperiencia o falta de habilidad del técnico, así que al final te fuerzas a hacerlo fácil y de tirón, lo que le da esa inmediatez. Además suele ser material antiguo, difícil y caro de mantener, que se rompe cuando menos lo esperas y eso te obliga a darte prisa y, si es posible, a que todo el grupo grabe junto y en muy pocas tomas.

Presentáis Nueva dimensión vital el 2 de febrero en La Riviera a través del proyecto Juntémonos, una plataforma de shows a la carta por petición del público, un canal directo de lo que éste quiere ver. ¿Por qué pensáis que ha cuajado vuestra elección entre tantas opciones posibles y cuando, además, habéis dado una patada a los complejos –de muchos oyentes- con el nuevo disco?

 Buffff, no sé.

Continuando con el disco ¿Cómo ha sido esa transición de versiones en inglés a temas propios en castellano? Está claro que desde fuera lo vemos como algo brusco teniendo en cuenta que desconocemos todo lo que ha pasado entre disco y disco, pero internamente ¿Ha sido algo traumático que explotó en determinado momento o que ha ido llegando por si solo

Realmente lo forzamos un poco, pero no demasiado. Grabamos para el disco un montón de canciones para poder elegir, 22 o 23, la mitad en inglés, alguna en castellano y un par de instrumentales. Una vez las teníamos grabadas y a punto de mezclarlas fue cuando decidimos hacer el disco entero en castellano, así que elegimos las que más nos convencían y cambiamos de idioma alguna de las que habíamos compuesto en inglés. No fue muy complicado, nuestro cantante Javier Vielba estaba metido muy a fondo con el Meister, su proyecto en solitario y en castellano, así que no le costó demasiado porque estaba ya componiendo en el idioma.

Al hilo de lo anterior. ¿Todos de acuerdo misteriosamente o hubo que discutirlo?, pues hay que reconocer que es una decisión importante.

La vida y relación de un grupo es demasiado compleja para pensar que las cosas se discuten, o se hacen de forma democrática. Hay mucho más que ese tipo de relaciones, mucho manejo por detrás, mucho chantaje emocional indirecto. Los músicos somos los reyes de la puñalada por la espalda mientras se abraza. Relaciones complicadas, de gente complicada en las que las cosas son peor cuanta más confianza hay. Familias disfuncionales con una relación muy complicada, entre el bullying y el revanchismo. Así que ni acuerdo, ni discusión, simplemente apoyo a una de las partes en un momento de duda o de despiste, pura diplomacia en tiempos de la Guerra Fría.

Respecto a la letras, hay muchas cosas que en inglés no chirrían –o relajamos nuestro oído crítico- pero en castellano sí. Como si las letras tuviesen que tener un extra de calidad, de lírica o de profundidad. ¿Puede haber algo de eso en las letras de Javier Vielba para el disco, algo de esa presión?

En el momento de crear la presión se la suele poner uno mismo y, en este caso, Javier Vielba se puso bastante autoexigente. Quería crear un lenguaje y un ideario personal, más allá del idiom
a, que reflejara su realidad cotidiana, la de la gente conectada con la realidad del hoy y ahora, crítica y empática, y a la vez tratando de recuperar referentes familiares o locales que le han hecho hurgar en un castellano antiguo del norte de Castilla y de Asturias, los lugares de dónde viene su familia; en sus refranes y sus dichos. En mi caso, la familia viene igualmente del norte de castilla y de Asturias, con lo que hemos tenido una identificación y complicidad total.

¿Cambia algo, más allá de lo obvio del idioma, el componer en castellano desde el punto de vista del tema: la manera de encajarlo con la música, los arreglos? ¿Y la manera de cómo afrontar el cantarlos?

Sí, claramente, en cada idioma se canta de una manera diferente porque las pausas, los acentos y la posibilidad de unir o montar unas palabras encima de otras son diferentes. El inglés tiene de forma natural un latigazo que invita a la fiesta y al baile, a dejarte llevar por la emoción de la música y no prestar tanto la atención en el mensaje, sobre todo la música de raíces americana de influencia africana. El castellano de forma natural es más solemne y hace que la atención se apoye más en la letra, por una diferencia sobre todo rítmica. Por eso el rock & roll en castellano es muy complicado; principalmente aquí, en la península, se nos da mejor la música ligera o melódica, ahí el castellano brilla más. Nosotros venimos de donde venimos, del mundo de rock and roll alternativo, y las cosas a veces se nos complican mucho, aunque no eludimos la complicación y preferimos tomarnos este asunto como un reto.

Ampliando el tema de composición. ¿Cómo se plantea la composición conjunta entre dos bandas que imagino cada una tendrá su manera de hacerlo?

Con Corizonas hemos llegado a un método de composición diferente a las otras dos bandas, todo pasa en una segunda fase por nuestro cantante, Mr Vielba, para dar una unidad final a todas las composiciones. Si no fuera así daría demasiado la impresión de que hay muchos compositores diferentes, con gustos, referencias y manera de hacer las cosas distintas. Cada uno lleva su canción, se ensaya un poco en el local, se la lleva Vielba a casa y vuelve con su personal reinterpretación, a veces cambiando estructuras y letras, otras dejándolas tal cual y otras haciendo toda la letra. Todo pasa por él para poder conseguir una unidad y sonido propio, él es nuestro pegamento.

Sigo hablando de dos bandas cuando a lo mejor a estas alturas estoy en un error. Dándole la vuelta al asunto. ¿Hay riesgo de que Corizonas devore a los dos grupos originales o todo se alimenta de todo?

Somos músicos de culo inquieto y siempre estaremos haciendo un montón de cosas a la vez, por lo que veo muy complicado que Corizonas fagocite de forma total a las otras bandas. Si que se le puede dar prioridad, al menos en alguna época, pero somos una banda de tíos mayores, sobretodo los Coronas, que no tenemos demasiadas afinidades entre nosotros y que nos acabaríamos frustrando si tuviéramos que seguir toda nuestra vida juntos en la misma furgoneta. Somos músicos más allá de las bandas en las que tocamos y nos gusta jugar con la música, con gente diferente, estilos diferentes y responsabilidades distintas. Incluso a veces nos apetece tocar con otra gente con los que tu lugar en la jerarquía es diferente.

En alguna entrevista –ahora no podría decir dónde, ni qué miembro del grupo lo decía-, me pareció curiosa la utilización de «colisión» entre bandas para definir la unión de Arizona Baby y Los Coronas. ¿Cómo se ha solucionado como Corizonas el tema de jerarquías o papeles dentro del conjunto, pues parece que por lógica ha tenido que sufrir algún cambio, o quizá no?

Ese tipo de cosas nunca se solucionan, no es necesario hacerlo, trabajamos constantemente en una relación imperfecta que funciona. Dentro de una banda la lógica y el orden a veces matan la creatividad más libre y loca, matan lo que te hace distinto o lo que te ayuda a buscar caminos personales. Eso hace que las jerarquías sean cambiantes, en el grupo hay varios ideólogos locos y muy imperfectos, pero lo que marca el camino dentro del grupo son las bien la fe o la desconfianza que tienen los gregarios en ellos, en la pareja de Rasputines fumados que nos guían.

Para terminar y volviendo al directo. ¿Cómo se organiza un set list con temas en inglés y castellano para darle coherencia a las dos etapas de Corizonas en un mismo concierto?

Hacemos grupos de canciones que habitualmente van juntas y vamos cambiando alrededor de eso. Agrupamos dos, tres o cuatro canciones, según el idioma o el disco, usando las versiones para cambiar de unas a otras. Muchas de las versiones que tocamos tienen el fin de servir de bisagra entre unos grupos de canciones y otras. Hay conciertos en los que es necesario tener una coherencia de principio a fin y hay otros donde buscamos espontaneidad, locura y lo imprevisible. A veces lo conseguimos y otras no, pero nos gusta buscar fuera de lo que repites cada noche. A veces lo conseguimos y otras no, pero nos gusta buscar fuera de lo que repites cada noche. Bueno, esto lo buscamos más bien Javier Vielva y yo, y de paso arrastramos a Loza, el batería, porque somos de los que piensan que la mayor libertad que puede tener un artista es permitirse la posibilidad hacer las cosas mal, la libertad de cagarla. El resto del grupo son más de hacer las cosas como se supone que hay que hacerlas, bien.

Loading

Loading

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

el distrito tv

lo más leído

Lo más visto

Scroll al inicio