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Ferrán González: «Me siento seguro diciendo que soy cantante o actor que escribe y compone»

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Nos citamos el pasado 24 de septiembre con Ferrán González Rosel (Barcelona, 1980) para hablar con motivo de su último trabajo, ‘El cabaret de los hombres perdidos’ de Christian Siméon y Patrick Laviosa. Unos jardines de la calle Galileo se convierten en un improvisado escenario para entablar conversación con el actor, que se presenta a la cita con un abultado macuto y olor a recién duchado. Nos transmite la dureza de los ensayos de un espectáculo que ya ha recibido éxito de crítica y público tras su estreno en Zaragoza. Esta semana será su puesta de largo en Madrid, el 22 de octubre en los teatros del Canal. Ferrán destila seguridad, aunque confiese que “aún está todo cogido con hilos y no se sabe qué va a pasar”.

“Expectación e ilusión”, así es como afronta el intérprete catalán el show en el que encarna a la transexual Lullaby. Nos revela que la caracteriza “sin que sea una drag de ‘Priscilla’ o un espectáculo de Chueca, no hago una caricatura de una mujer ni una persona afeminada”. Y esto le resulta difícil, porque en ese trabajo de contención “a veces se tiende a lo festivo, la clave son emociones calmadas y naturales de una mujer sin ambages ni transformismo barato”, indica Ferrán. Es consciente de que forma parte de un musical transgresor, ‘El cabaret de los hombres perdidos’ se representó por primera vez en París en 2006. Es difícil de definir si no se ve, “no es un cabaret al uso, tiene su estética pero contamos una historia oscura, un bombón envenado”, adelanta Ferrán. Este singular cabaret narra la historia de un joven que busca la fama sin seguir los pasos adecuados, puede llegar muy arriba, pero también caer al abismo. ‘El cabaret de los hombres perdidos’ se presenta en España con una versión más teatral de la mano de Jorge Roelas y Alicia Serrat, que introduce al espectador en una cruda historia que le hará removerse en el asiento.

Ferrán trabajará en teatros del Canal muy bien rodeado. En la dirección coincide con su buen amigo Víctor Conde, con quien trabajó en ‘Pegados’ y a quien le une, sobre todo, “el sentido del humor y la manera de entender el trabajo”. A Ignasi Vidal lo conoció hace 15 años, “muy grande en todos los aspectos y muy intenso”; Armando Pita “muy mágico, se transforma y te atrapa debajo del escenario y encima no veas” y en cuanto a Cayetano Fernández, “tiene todo el talento del mundo con máxima ilusión”. Así define el intérprete catalán a sus compañeros y en el caso del joven Cayetano, observa el reflejo de sus inicios, “actuaba en espectáculo con gente más mayor, me recuerda a esa cosa de tener ganas de contarlo a los demás, eso sí, sin actitud friki”.

Primeros pasos en el Tívoli y Calderón

Ferrán rememora sus inicios y traemos a colación uno de sus primeros trabajos, ‘Fama’, dirigido por Ramón Ribalta y Coco Comín en 2004. Y ahí hacía su aparición este artista encarnando a Nick Piazza ante el público del teatro Tívoli de Barcelona o el madrileño Calderón. Una veintena de personas y varios músicos hacían realidad un espectáculo con el que siempre soñaba. Como una estrella más ensayaba con su amiga Cristina Castaño, quien acaba de estrenar otro Cabaret, pero en la Gran Vía, “no son competencia porque son cosas distintas, era un mundo por el que últimamente ella no se movía, deseando verla”, apunta Ferrán. Posteriormente, en 2007 formaría InFame con Sergio Alcover, Juan Dávila y Jordi Grifell, con quienes inició una gira de conciertos en 2009. Posteriormente, el director musical del céntrico Cabaret madrileño, Raúl Patiño, así como el de ‘Priscilla’, Joan Miquel Pérez, crearon con Ferrán ‘The Kaktus Music Corporation’. Y es que el actor catalán no solo se caracteriza por hacer musicales, sino que junto a ellos sentía la necesidad de darle salida a lo que escribía. Entre los espectáculos más destacados que crearon y produjeron están ‘Pegados’, ‘Mierda de Artista‘, ‘Fisterra‘ y ‘Clicks‘.

Unos niños que juegan con una pelota en el jardín nos interrumpen con sus gritos. Y es que la infancia va íntimamente ligada al trabajo de Ferrán, es autor de varios doblajes de Disney y de infantiles como los musicales de ‘Tarzán’, ‘Hansel y Gretel’ y ‘Hércules’, que estrenó el verano pasado en Mérida y se representará en el teatro La Latina. Un total de 40 obras familiares avalan la trayectoria desde que cumpliera 20 años. “Me siento seguro diciendo que soy cantante o actor que escribe y compone, si tuviera que crear todo me hubiese agobiado más”, expone el artista catalán. Su creatividad en ciernes se desarrolló cuando tenía 18 años y vio el anuncio de un casting en un corcho de la escuela donde estudiaba. Como nadie sabía para lo que era les cogieron prácticamente a todos y resultó ser una de las mejores experiencias de su vida, ‘Mass’, de Leonardo Bernstein y bajo la dirección de Joan Ollé, un espectáculo “flipante, con mogollón de gente”, apostilla Ferrán. Con 50 personas en escena, 10 artistas internacionales y un coro de 100 personas que se representó en los festivales de Peralada y Sagunto, entre otros. Junto a su participación en ‘The Millenium Musical’ podía ser el espaldarazo para la reciente carrera iniciada por Ferrán, pero aún le aguardaba muchas más sorpresas. 

Reconocimiento con dos Max

El reconocimiento profesional de la crítica, pues el público ya era consciente de su talento, le vino a Ferrán en 2010 y 2011 por ‘Pegados’, con tres premios Butaca de Teatro de Cataluña por el mejor musical, composición y actriz protagonista y dos Max, de los cinco a los que estaba nominado, como mejor espectáculo de teatro musical y mejor dirección musical. Los galardones reposan en una estantería de su casa de Barcelona y reconoce que “son de cosas que si te propones sale mal. Estábamos Víctor Conde, Alicia Serrat, Joan Miquel y yo sin hacer nada, nos propusimos rescatar algo escrito hacía cuatro años”. Con tan solo 1.000 euros de inversión lo representaron en un teatro barcelonés durante 15 días, luego tres semanas y ocho meses en Madrid. Actualmente cuenta con más de 500 funciones y se representa en México, Argentina o Brasil. El que algo tan pequeño funcionara no deja de sorprender al actor catalán, que en época de crisis supo agudizar el ingenio mejor que nunca.

Las aspiraciones de Ferrán siguieron creciendo en el ámbito artístico y por eso escribió y protagonizó ‘Mierda de artista’, coproducido por el Festival Grec y teatros del Canal. Ocho personas en escena y cerca de una veintena componen el trabajo de este espectáculo que se representó un mes en Barcelona y otro en Madrid, “siempre se podrá volver a hacer”, declara Ferrán. Nuevamente volvió a sorprender con una apuesta sencilla y no menos brillante el pasado mes de abril en el teatro Alcalá. Se trata de ‘Clicks’, donde volvía coincidir con Sergio Alcover, Jordi Grifell y Joan Miquel Pérez, un espectáculo pseudomusical basado en las canciones más visitadas de Youtube, que nuevamente obtuvo la respuesta del público. Al concluir cada uno volvió a lo suyo, porque las ideas de Ferrán son tan radiantes como fugaces, solo para los más rápidos en comprar sus entradas.

“No hay más imbéciles en Madrid que en Barcelona”

Sin apenas vacaciones, la vida de Ferrán transcurre durante seis meses en Barcelona y el resto en la capital. “Como actor catalán no diferencio estar en un sitio u otro, no hay más imbéciles en Madrid que en Barcelona, el mismo nivel de gente maja”, expresa el actor. En este sentido, en cuanto al independentismo indica que “la mayoría de artistas no vemos los problemas que cuentan por la tele, no los acabamos de entender, no lo explican ni los he encontrado”. Por eso se encuentra totalmente relajado en ambas ciudades conectado por el AVE, que lo considera como un metro más. “Cuando no tenía trabajo en Madrid nada era mío, ni las calles ni los edificios”, recapitula de su pasado el intérprete, que ahora se encuentra con más proyectos que nunca.

Anochece en el parque y nos sorprenden los collares con luces fluorescentes que lucen algunos perros. Y para concluir ponemos el foco en el futuro de los musicales, “todos los que se hacen bien tienen vida”, opina Ferrán, que no cree en la casualidad “si lleva 4 ó 5 años en un teatro, la gente no castiga ‘El Rey León’ por cara que sea la entrada”. La clave está con dar en lo que denomina el actor catalán como “la fórmula mágica”, porque el show se puede venir abajo “por muchos famosos que haya, si no funciona es porque no gusta”.

A sus 35 años Ferrán se ha vuelto más reflexivo y dice no ser tan “cabeza loca”. Físicamente se consideraba “un trozo de bacon”, en cuanto a lo delgado y menudo que es, “muy mayor para hacer papeles de pequeño y muy pequeño para hacer de mayor”. Ahora es cuando se halla en su mejor momento, con las armas suficientes como actor y cantante para afrontar los retos que se le presentan, con el objetivo de transmitir con brillantez sobre el escenario todo lo que se proponga.

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