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«Hay casos para destruir España con dinero de ERC. Si escribes para defender España, te sientes solo»

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En tu nuevo libro La Leyenda Negra, Historia del Odio a España atacas la ignorancia que acompaña a esta Leyenda Negra, centrándote en acontecimientos puntuales, aunque también generales ¿Cómo se ha fraguado todo ese conglomerado de mitos y rumores en la sociedad a través de los siglos?

Es mi segundo libro, el primero fue La conjura silenciada contra España. Este último se hace para mejorar la estructura, hacerlo más claro, con más datos, incluye también una nueva estructura: la Leyenda Negra en la actualidad. Hay un capítulo introductorio en el que revelo el hecho singular español, comparándolo con el resto de países. Y es que nos hemos hecho un ‘harakiri’ en el aspecto cultural y esto viene de las creencias que se han instalado en nuestro imaginario colectivo: que somos desastres, hemos negado nuestra historia, menospreciado a nuestros héroes y sus hazañas. Todo eso deriva de una campaña exterior que nos hemos creído.

A continuación entramos en tres partes. La primera es la propaganda exterior, ideada por hispanófobos -gente de fuera, de gobiernos ingleses y franceses, luego también norteamericano-. Se crea una Leyenda Negra para combatir el predominio de España en el mundo. En 1942 dominamos los mares y dominamos la guerra en el terreno con los tercios.  Pudimos vencer en el terreno de batalla, después de descubrir América nos podíamos aventurar a que dominaríamos el mundo: una monarquía universal.

Como no nos podían vencer en el campo de batalla, se inventaron la guerra ideológica -panfletos, los servicios secretos se consagran…-, se crean unos estereotipos y niegan lo hecho por los españoles. Se crean bulos, patrañas y exageraciones.

 

Para que alguien aprehenda esos bulos, la ignorancia es un factor decisivo. ¿Cómo va cayendo la conciencia de los españoles ante estos bulos?

En esta guerra ideológica solo había un bando. España reacciona tarde y mal con Felipe II. No reaccionamos porque estábamos a otras cosas. Estábamos intentando dominar un continente entero mientras estábamos también en una guerra religiosa. No nos dimos cuenta de esta dimensión. En la actualidad seguimos sin fijarnos.

Hay un ataque que no es respondida por nuestras élites. Estas élites se dan cuenta -como Azorín y otros tantos. La Leyenda Negra fue forjada por muchos, desde Shakespeare a Montesquieu. Estos siembran esta hispanofobia, comprada por nuestros intelectuales; no todos, pero sí una mayoría. Algunos de éstos estaban a sueldo de los gobiernos británicos y franceses para difundir dicha Leyenda Negra.

La generación del 98 crea el pesimismo nacional, quedando estos intelectuales al servicio de esta. Desde Descartes se crea una climatología que expulsa al español de la filosofía.

 

En este punto, y parafraseando a Pérez Reverte, todo lo que nos venía de cultura exterior al final los españoles lo rechazábamos. De ahí también el estereotipo de los españoles como burdos, guerrilleros… En ese sentido ¿Cómo no íbamos a estar excluidos de todas las corrientes filosóficas y culturales europeas?

Hay una especie de complejo. Todas las metodologías, creadas por los franceses, excluyen al pensamiento español. Todo lo nuestro es borrado y las siguientes generaciones se encuentran en un ambiente de indefensión español. Empieza a calar que lo importante viene de fuera. La ingenuidad es el gran vicio español, quizá también por una influencia del cristianismo, de que la gente es buena si nos portamos bien; es una visión sesgada del cristianismo. Todavía hoy somos los más ingenuos del planeta.

 

Esa tendencia guerrillera de los españoles consigo mismos y la idea de tirar piedras sobre nuestro propio tejado ¿Cómo ha podido influir en que la Leyenda Negra perdurase?

El guerrillero es la consecuencia de que las élites fallan. Es el ciudadano particular el que crea guerrillas para luchar contra el enemigo exterior. Hoy no existe una política de Estado para hacer frente a la campaña hispanófoba, tanto interna -separatismo-, como externa. Sólo hay autores como yo, que sin medios ni apoyos, intentamos hacer frente a esa guerra cultural.

Somos guerrilleros mientras otros defienden sus intereses. El colonialismo para Gran Bretaña fue siempre un instrumento para hacer más rica la metrópoli y aquí, nuestro Imperio, hizo desangrar la metrópoli. Azorín decía que la decadencia se podía predicar en España, pero no en América. América era mucho más prospera que España antes de su independencia y muchos más prospera que EEUU. La decadencia en América empieza después de la Independencia.

 

Nos centramos un poco más en la Leyenda Negra, fundamentada en ciertos pilares como que los españoles, cuando llegamos a Hispanoamérica, hicimos un genocidio, les expropiamos la plata… ¿Cuáles son las verdades y mentiras que dejamos a nuestro paso por Hispanoamérica?

Es falso lo del genocidio. Se utiliza para tapar los verdaderos genocidios que hicieron otros. El 95% de los indígenas canadienses murieron. Nadie habla de ello. En Australia, cuando llegan los ingleses en 1770, es decir, casi dos siglos después del descubrimiento de América, consideraron a los aborígenes como no humanos. En poco más de un siglo, se reducen de 500.000 a 31.000 aborígenes. Nadie habla de eso, como en el Congo Belga.

La Leyenda Negra se creó para, primero, debilitar a España y, segundo, tapar las vergüenzas de los demás. Por eso se manipula el libro de Bartolomé de las Casas, con niños muriendo… todo eso era falso. No hubo genocidio, hubo enfermedades y luego guerras, como ocurrió en todos los sitios. El primer país colonizado fue España, cuando vinieron los romanos, los griegos, fenicios, árabes… los romanos nos esquilmaron las minas de oro y no estamos a estas alturas diciendo que por culpa de los romanos somos pobres.

El mito del oro es falso porque era sólo un porcentaje para la corona. La mayor parte del oro se queda en América, por eso era más rica que España. Un 20% era para la corona española. Ese dinero que venía, parte lo robaban los corsarios ingleses, iniciadores de la piratería, y luego los banqueros holandeses. Y es que la monarquía española fue siempre una monarquía muy endeudada porque no podía mantener su empresa. El descubrimiento de América fue malo para España debido al gasto que implicó esa empresa. España hubiese sido muy rica si hubiésemos robado el oro. Ni robamos ni llegaba aquí el oro.

La otra empresa, a parte del descubrimiento, fue la guerra de Carlos I, que nos llevó a una guerra de religiones tremendamente costosa aquí, después todo de acabar la Reconquista. España acabó arruinada con todas estas operaciones.

 

Sobre el genocidio. Hubo una persona que auspicio esa creencia, Bartolomé de las Casas. La exageración que pudo hacer de las Casas en sus escritos, utilizado por ingleses y holandeses, pudo servir para dotar de ciertos derechos a los indígenas, con las conocidas Leyes de Indias, un auténtico acierto en derechos humanos. ¿Podríamos hablar claroscuros que acompañan a la figura de Bartolomé de las Casas?

Era un monje dominico del montón. Era defensor de la esclavitud negra, aunque sí que es cierto que se le debe a él, y a otros, los derechos humanos, en los que no hay distinción entre indígenas y españoles. A pesar de todo, Bartolomé de las Casas fue recibido por los reyes y recibió un sueldo vitalicio.

Los reyes le hacen caso y crean las leyes, con una modernidad en derechos, también laborales. Se crea más que un sistema de garantías. Cuando Humboldt va a México, en 1800, se queda asombrado del progreso que había allí, de que no había corrupción entre los generales, y que tenían mejores salarios incluso que los europeos, cosa que no ocurrían en colonias inglesas.

 

¿Cómo fuimos tan avanzados en Hispanoamericana? Nosotros teníamos ese modelo de vasallaje en nuestras fronteras, sin embargo al cruzar el charco ¿éramos más liberales con los indígenas?

En efecto. La forma del virreinato, que se crea en América, se crea también en España, delegándose en Cataluña y en otros sitios, una forma de gobernar un territorio enorme a través de delegados. Los virreyes en América eran muy autónomos. Era una fórmula de Gobierno bastante eficaz. De hecho, si los sudamericanos hubiesen mantenido esa división no tendrían los problemas actuales.

Había más libertad que aquí. De hecho, España, en su ingenuidad, ha mantenido los fueros con privilegios, debido a que siguió con el modelo medieval. Los derechos humanos eran parecidos. Aquí no vivía bien nadie, no había democracia en ningún país. La colonización española fue modélica, representada también con el catolicismo.

 

Toda esa prosperidad y avances que promovió España ¿Cómo se puede hacer para que las nuevas generaciones las aprehendan?

Con libros como este intento hacer mi pequeña contribución.

 

¿Te has sentido perseguido o huérfano por escribir este libro?

Conozco casos para destruir España, recibiendo autores dinero de Esquerra Republicana. Cuando escribes un libro para defender España, te sientes solo. No recibes ayudas, te miran mal. Al poco que te descuides, te llaman facha. Yo en este libro comparo cómo otros países han creado su conciencia cultural e histórica, cosa que no pasa en España. Nosotros que las tenemos en cantidad.

Hay que reconocer que ha habido una campaña contra España, en todos los niveles. Se tiene que aceptar que la leyenda no es algo del pasado. Es un punto del PIB la imagen de España, seas empresario, estudiante o ciudadano. Lo lógico es dar la mejor imagen posible. La imagen de los españoles es mejor por parte de extranjeros que de sus propias gentes. Eso ya debería llamar la atención.

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