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Jacobo Rivero: «M21 será una radio de los ciudadanos de Madrid y no de ningún partido político»

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Para la gente que no conoce a Jacobo Rivero, ¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del Periodismo?

Bueno, debo decir primero que no soy el director de M21 sino el coordinador de un convenio a tres partes que es el que firmaron la agencia para el Empleo, Madrid Destino, que es la empresa municipal de Cultura, Turismo y Negocio, en la que yo estoy como director de Comunicación y el Área de Portavoz para la Información de Servicio Público, que es Tráfico, Emergencias. Ese convenio se articuló con un coordinador que soy yo, que es la persona que de alguna forma dirige todo este proyecto porque la parte cultural, la que tiene que ver con Madrid Destino es el contenido mayoritario.

En realidad mi relación con el periodismo viene desde que nací porque mi familia se compraban todos los periódicos que había en los kioskos, (ABC, YA, El País. Diario 16…) siempre crecimos como en ese ambiente de hablar de periodistas, de comentar sobre periodistas, de hablar de una columna u otra con independencia del medio que fuera. De hecho tengo que decir que tengo todos los periódicos de las Elecciones de 1982 que ganó el Partido Socialista. Somos una familia numerosa y vivimos en ese ambiente. Fui jugador y entrenador del Estudiantes y a finales del siglo XX empecé a hacer muchos trabajos relacionados con el mundo deportivo. Empecé con un blog, a la manera de lo que decía Benedetti, que la mejor forma de ser periodista es «escribir, escribir y escribir». Escribí en Gigantes del Basket, a ABC también hice algún trabajo en el Mundo Deportivo, en muchas diferentes publicaciones. Luego he ido publicando en medios como El País, El Heraldo de Madrid, que fue este número que se sacó un poco de conmemoración, he participado en debates y tertulias como la SER, RNE, Esradio, Intereconomía, fui enviado especial también de Telesur, que no era corresponsal en España, era enviado para Europa y Oriente Medio.

Hubo partidos políticos como Ciudadanos o la propia Esperanza Aguirre que han criticado la emisora de radio M21 como un instrumento de propaganda al servicio del Ayuntamiento.

Cuando trabajas en una institución como el Ayuntamiento de Madrid, el enfoque para el periodista es de un servicio público. Creo que los hechos se demuestran con el trabajo y la honestidad. Obviamente, la crítica siempre es positiva pero tampoco he entrado mucho a valorarla porque éste es un proyecto muy ambicioso, muy bonito que recupera una radio histórica de la ciudad de Madrid, que nació a finales de los 80, que fue alabada en su momento por diferentes alcaldes como Juan Barranco, Álvarez del Manzano, incluso Ana Botella y que de alguna forma eso es lo importante del relato que se está construyendo. Es verdad que vivimos en un mundo político ahora mismo muy cargado, tanto en Madrid como en España, y es una cosa en la que no debo ni quiero entrar mucho porque lo importante es pensar que este proyecto está articulado para ser un servicio público.

Usted lo ve desde la óptica de un profesional que inicia un proyecto.

Claro, es que yo no tengo relación orgánica con ningún partido político, si la tuviera sería muy cuestionable que alguien de un partido político revitalice una emisora escuela municipal, más allá de que cualquiera puede tener la ideología que quiera o pertenecer al partido que sea.

¿Cuáles van a ser los programas estrellas de la radio y como estará estructurada?

La narrativa que recupera la radio es la narrativa que un día tuvo la Radio Municipal y que tuvo un periodo especialmente exitoso entre 1998 y 2004. En esa época, Onda IMEFE, además de dar cursos de información radiofónica, lo que hacía era tener una parrilla en la que se combinaba programas llevados por profesionales acompañados de los alumnos que se estaban formando. Ahora la radio, según el convenio que te he comentado, recupera un poco esto. Recupera la idea de la formación radiofónica, que es un poco la referencia, y en paralelo tenemos un grupo de profesionales que ayudan a estos estudiantes a que tengan una referencia en la que puedan apoyarse para un mejor trabajo. Para que esa parrilla sirva de servicio público es fundamental la entrada de Madrid Destino, una empresa que yo represento, municipal, que gestiona Conde Duque, Matadero, Teatro Español, Circo Price, Teatro Fernán Gómez, las principales instituciones culturales de Madrid. Esos son los contenidos que tienen que contar. Tenemos que apoyar a los sectores culturales, sean los que sean. El sector del libro, del cine, de las artes escénicas. Creo que esto para el ciudadano de Madrid es muy interesante. Sabrá que hay una emisora en el 88.6 donde conocerá lo que se está poniendo en Conde Duque o en el Circo Price, sea donde sea. Por eso se llama M21, M por Madrid y 21 por los 21 distritos. Información general en todos los distritos.

La radio será muy diferente a la que sacó en su momento el anterior alcalde Gallardón. ¿Qué diferencias habría entre una y otra?

Bueno, no creas, tiene más similitudes que diferencias. La similitud es que el anterior alcalde planificó esa televisión con contenidos culturales y turísticos y nosotros queremos que tenga esa narrativa, acompañada de la formación radiofónica y de la información de servicio público: tráfico, emergencias, si las piscinas abren o cierran en ciertas fechas, etc. Dijo una vez Álvarez del Manzano, estando en un atasco en la ciudad de Los Ángeles, que sintonizó la emisora municipal y habían oído por donde se podía eludir el tráfico. En esa misma lógica, mezcla de sinergias similares, es en la que se inserta M21. A pesar de lo que se ha dicho es un relato compartido con experiencias pasadas.

En medios digitales hemos escuchado que los que más critican la radio municipal son personas que se han beneficiado mucho de televisiones públicas. ¿Por qué esa doble vara de medir desde su punto de vista?

Insisto un poco en esta especie de atmósfera compleja en la que habitamos, tanto dentro como fuera de Madrid, que muchos ciudadanos esperamos que pase lo más pronto posible. La crítica ayuda y además y tiene una cosa buena y es que te hace estar vigilante de no caer en posibles vicios porque es verdad que los medios de comunicación públicos en España han tenido derivas que han sido muy criticadas y sospechosas de estar ligadas a partidos políticos. En este caso yo creo que es especialmente sensible la radio del Ayuntamiento de Madrid. Existe
n experiencias similares como en Barcelona, que llevan desde 1994, que están muy aceptadas por los partidos políticos o experiencias en las que nos hemos fijado mucho como la Radio Pública de Nueva York, que es la gran referencia de este tipo de emisoras.

¿Su objetivo es que la Radio de Madrid fuese un espejo de la de Nueva York?

Soy madrileño hasta la médula, nací al lado del parque de Berlín, aunque ahora vivo cerca del Reina Sofía. Es una ciudad que me encanta y creo que Madrid se debe comparar con Londres o Nueva York. Estuve visitando las instalaciones de la radio de Barcelona, tienen un proyecto muy consolidado, con 207 profesionales trabajando, con una televisión que acompaña también a la radio, un proyecto avalado por los partidos políticos y que llega a los distritos. Espero que un plazo relativamente corto M21, en la 88.6 de FM o en M21radio.es sea la emisora de todos los ciudadanos de Madrid y una referencia como lo son en las grandes ciudades.

Como periodista que eres y como escritor has visto como el fenómeno de Podemos, al principio residual pasa a estar en todos los medios de comunicación y gobernando en ciudades como Madrid, Zaragoza o Cádiz. Desde un punto de vista comunicacional, ¿cómo explicaría ese fenómeno?

He escrito cinco libros. El primero que escribí fue «El ritmo de la cancha», que son historias que ocurren alrededor del mundo del baloncesto, luego escribí una biografía de Fernando Romay. En lo que se refiere a «Conversación con Pablo Iglesias», fue un encargo de la editorial Turpial, que luego hizo una colección de libros de conversaciones con políticos y personalidades de la cultura. Luego con el encargo de Planeta, que fue un ensayo mucho más aterrizado de cómo se explicaba la irrupción de Podemos. Yo puse su origen de la explicación en la Caída del Muro de Berlín, fue un trabajo muy intenso, y señalaba un poco todo el tema que tenía que ver con la comunicación. Es obvio, desde la irrupción de Podemos ha habido una reedición de los lenguajes comunicativos, que tienen que ver con las redes sociales, con formatos mucho más inmediatos, con el uso también de algunos lemas de la comunicación que fueron muy exitosos en procesos electorales como en EE.UU. Tiene que ver mucho con el marketing y con la comunicación sociológica. En ese proceso, al principio hubo una sensación casi de revelación, la izquierda tenía un problema histórico en relación a los medios de comunicación que no terminaba de enganchar con el gran público y de alguna forma, Podemos supo colarse en las grandes pantallas. Fueron ellos los primeros en engancharse a los primeros lenguajes comunicativos. Los partidos políticos usaban hasta entonces las redes sociales como escaparate, Podemos utilizó más el feedback porque también venían de esa cultura.

Es cierto que la prensa tradicional y los medios en general están atravesando por una crisis brutal pero en Internet también conviven la información y la desinformación. ¿Cómo se pueden deslindar ambos conceptos?

Hace unos siete u ocho años tuve que ir a Colombia a dar una charla sobre «La responsabilidad social del periodismo deportivo» que es un tema que he trabajado bastante. Y en la preparación de esa charla me daba cuenta de cuando hablamos de responsabilidad social del periodismo deportivo podríamos también hablar de la responsabilidad social en relación a las redes sociales. Yo selecciono un poco. Si voy a hablar sobre cine busco a unos periodistas y selecciono sus perfiles que me generan un feedback con una información que me puede resultar más o menos interesante. Pero a lo mejor hay periodistas que no están en las redes sociales, entonces recurro al periódico que me va a dar esa parte que no encuentro en redes sociales. El New York Times dice que si quieres buscar el resultado, lo puedes encontrar en cualquier medio, si quieres saber las historias que hay detrás del resultado, acudirás a la muy prestigiosa sección de Deportes del New York Times.

Fuiste jugador del Estudiantes e incluso entrenador. Escribiste incluso un libro que trataba la ética en el deporte. ¿Cómo se puede hablar de ética en el deporte cuando se hacen fichajes tan disparatados en cuanto a precios, como el fichaje de Pogba por 120 millones de euros? ¿El deporte está perdiendo su esencia?

Yo creo que hay un relato mediático que de alguna forma pierde la conexión con algún tipo de deporte y eso me produce tristeza porque al final en Madrid hay 25.000 partidos de formación de distintos deportes y no estamos contando eso que está pasando y hay historias maravillosas alrededor de deportes como el baloncesto, el hockey o el balonmano. Si ponemos esos relatos en valor, pondremos en valor cuando esos jugadores lleguen a la élite. Es verdad que en todo esto hay una parte positiva, los grandes jugadores generan expectativas y se puede aprender de ellos pero se ha desorbitado todo demasiado. Se pagan cantidades descomunales de dinero, por gente que ni lo merece. Creo que como ocurre en otras cosas, los periodistas deberíamos aterrizar más el deporte a las canchas y a las pistas para que el espectador se sienta reconocido porque si no, estamos generando también ambientes muy tóxicos que en algunos casos derivan en violencia.

Hemos visto que ahora ya hay fútbol incluso todos los días de la semana. Algo totalmente desmesurado. ¿No cree que eso no ayuda en absoluto a la cultura del Deporte?

Yo soy fan absoluto de la cultura del deporte en Estados Unidos, donde todos los deportes tienen una presencia social y mediática espectacular. ESPN, el canal deportivo de noticias, es impresionante o el espacio social que tiene la NBA, con una especie de ONG que va a los barrios, donde se puede ver a un jugador de los Lakers acudiendo a comunidades. Esa mezcla que usan de mezclar elitismo con deporte de base conjuga muy bien. En España deberíamos pensar en esas sinergias.

Cambiando ahora al tema editorial…¿por qué cree que en España ahora se lee menos libros?

Bueno, eso es una entrevista en sí misma. Digamos que por parte de los escritores no hay excusa, si eres buen escritor, antes o después puedes llegar a triunfar, basta con crear un relato lo suficientemente atractivo. En España se publican 50.000 libros y los escritores sacan un porcentaje muy pequeño de todo el proceso editorial, un 10%. Creo también que las instituciones públicas, independientemente del partido que gobierne, deberían de hacer un mayor esfuerzo por trasladar la pasión por los libros. Pasa un poco como co
n las bibliotecas, que han quedado como meras salas de estudio.

Una última pregunta, ¿por qué los madrileños deben escuchar M21?

Animo a los ciudadanos de Madrid a que escuche M21 en el 88.6 de FM y en M21radio.es, aunque aún no está la web en funcionamiento, porque creo que es una emisora que debe estar conectada con los sentidos de la ciudad y los sentidos tienen que ver con la mejor de las formaciones posibles y debe tener relación con nuestro relato cultural. Los mejores museos del mundo están aquí, tiene un relato social y urbano espectacular y un relato musical impresionante que abarca todos los géneros musicales y ocurre todos los días en la ciudad de Madrid. M21 será una radio al servicio de otras radios y al servicio de los ciudadanos, en cuanto al servicio público. Si la EMT se corta sabremos por qué, en qué puntos; si ha habido una desgracia en Bravo Murillo sabremos en qué punto se podrá circular. M21 será una radio de los ciudadanos de Madrid y no de ningún partido político.

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