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Lucía Diez: «Salgo a escena para disfrutar no solo por gustar al público»

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“Me gustó lo precioso que es, enorme e increíble”. Así describe Lucía Diez Nieto (San Sebastián de los Reyes, 1996) el teatro Romea de Murcia, donde estuvo representando ‘Las amistades peligrosas’ el pasado fin de semana. Ahora, en febrero, Las Naves del Matadero de Madrid acogen este montaje. Y es que con 18 años le sorprende el Romea y el teatro de Avilés, entre muchos otros, pero no hay escenario que le siente grande. Ella brota seguridad y de lo que no se desprende durante la entrevista es de una pandereta, con la que se le puede ver tocar en la obra. Música en directo, sí, ‘Las amistades peligrosas’ vienen acompañadas de composiciones potentes de rock. No se trata de un delirio de su director, Darío Facal, sino de una obra “transgresora, atrevida y potente”, en opinión de Lucía, que añade que “las melodías juegan un papel importante en las escenas de sexo, intensifican las emociones hasta lograr un shock en el espectador”.

El impacto del montaje de Darío se acrecienta cuando es representado en pueblos españoles, “con público más cerrado y conservador”, puntualiza Lucía, porque para entenderlo hay que contemplarlo con los ojos y mente abierta. No se trata de la primera vez que desembarca ‘Las amistades peligrosas’ en Las Naves, ya se pudo ver en 2013 y desde entonces ha estado de gira por el país. Ahora regresan “no más relajados, venir a Matadero siempre es un reto, da miedo enfrentarse nuevamente a todo un público muy crítico”, explica la joven actriz, que luce un vestido de época, bajo el que se esconde el gusanillo de los nervios cuando sale a escena, por su respeto al público.

Lucía encarna en la obra a Cecile, que conoce el primer amor tras salir de un convento, “hace un cambio brutal a niña que disfruta del placer, le seducen y manipulan, todo bajo el visto bueno de su tía Merteuil” describe la actriz. Para ella su personaje ha sido un reto, de hecho recuerda con nosotros el primer día de ensayo con Darío, “hicimos de todo menos ir a texto, nos explicaba ejercicios y estuvimos ensayando casi un mes. Darío tiene tanta imaginación y talento que ha creado una función especial”.

Dispuesta a escuchar

‘Las amistades peligrosas’ han contado con numerosas críticas de prensa y el 5 de febrero tendrá lugar el ‘Encuentro con el público’ en Las Naves. Tras acabar la función los intérpretes conocerán de primera mano las impresiones de los espectadores. Pese a su corta edad, Lucía entiende que debe aceptar lo que no gusta y agradecer lo que sí, “en persona impacta más una crítica y estoy dispuesta a escuchar todo, salgo a escena para disfrutar no solo por gustar al público”, sentencia la intérprete, que profesa admiración por sus compañeros. En este sentido, le pedimos que nos describa a: “Carmen Conesa (Merteuil), una profesional; Iria del Río (Tourvel) pasión y ganas; Edu Soto encara al personaje de Valmont más violento e intenso y Cristóbal Suárez, que alterna ese papel, enamora con su voz y estrategias; Mariano Estudillo (Danceny) es un crack, un genio de la música y Lola Manzano (Volanges) es alegría pura, llena de vida la compañía (Metatarso Teatro)”.

El germen de la carrera de Lucía radica en Londres, allí se fue con 13 años a estudiar y tenía la asignatura obligatoria ‘Speech & Drama’ en la que hacía teatro. Cuando regresó a España le mostró a su madre el interés por dedicarse a la interpretación, entonces siguió con su formación en el teatro Adolfo Marsillach de San Sebastián de los Reyes, donde reside. Posteriormente, la actriz viajó nuevamente a Inglaterra donde dispuso de una profesora particular. A su vuelta ingresó en la Escuela de Cristina Rota en Madrid y tras ser representada por la agencia ‘Kailash’, Darío Facal le hizo una prueba y le dio la oportunidad de la que es su primera obra de teatro profesional, ‘Las amistades peligrosas’. Anteriormente interpretó en televisión a Vicky, en un programa para niños de Disney Channel y formó parte del elenco del corto ‘En casa’ bajo la dirección de Alfonso Nogueroles.

La importancia de ser

Actualmente, Lucía está centrada en su trabajo y en su formación en Cristina Rota, “me está enseñando a ser el personaje, una técnica que parte desde nosotros”, relata la actriz. Además, desde muy pequeña estudió ballet en la escuela de Víctor Ullate, donde se apuntó años después a zumba, algo que le ha aportado movimiento y flexibilidad, “lo que me permite moverme en escena con autonomía”, indica la intérprete.

En ese aprendizaje de ser antes que actuar es donde se encuentra la vida de Lucía. Su deseo es seguir formándose, hacer más cursos, viajar y su mayor aspiración “seguir haciendo teatro”. Con esa pretensión se fija en actrices y actores como Meryl Streep, John Malkovich o Maribel Verdú.  Lo que es seguro es que esta noche volverá a la cama de su habitación en San Sebastián de los Reyes. Allí Lucía confiesa sentirse rodeada de un “ambiente tranquilo, sin tráfico de coches, con olor a naturaleza y donde puedo ver las estrellas por la noche”, y quién sabe, quizá en un futuro el nombre de Lucía Diez se escriba en una de ellas.

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