“Muy buenas sensaciones”, es la impresión que tiene Marina San José (Madrid, 1983) de ‘Al final de la carretera’, que se representa en el teatro Fernán Gómez hasta el próximo 2 de noviembre. Tras arrancar el pasado 4 de julio en Huelva y varios meses de gira, recalan en la capital donde estrenan oficialmente el 7 de octubre y en las funciones previas, “la gente se ha reído mucho”, dice Marina. Esta obra es una comedia en la que da vida a Victoria, que junto con Alfonso (Raúl Peña) son la pareja modélica que llega a una cena con otra pareja, Laura (Melani Olivares) y Rafael (Manuel Baqueiro), que cumple 40 años y está inmerso en una crisis por su edad y existencial. Saber qué ha hecho con su vida, “hace que provoque cosas en nosotros y nos remueva por dentro”, declara la actriz.
Por fortuna Marina, a diferencia de Rafael, señala no tener “crisis existencial, si momentos para replantearme cosas, no por la edad sino por situaciones”. El pasado 16 de septiembre cumplió 31 años y la celebración fue “superbién”, como ella califica, ya que no coincidió con la gira teatral. Un proyecto con un director, Gabriel Olivares, con quien trabaja por tercera vez y confía plenamente, en opinión de Marina, “tiene una varita y todo lo que hace es mágico”. Pese a esa magia hay mucha disciplina, en los ensayos hace a los actores ejercitarse mucho, algo que la actriz madrileña agradece y se toma también como clases para seguir aprendiendo.
Adaptación y “buen rollo”
Una de las mayores dificultades es hacer que el público entienda lo que ve. ‘Al final de la carretera’ es una obra inglesa de finales de los 70 escrita por Willy Rusell, autor de ‘Shirley Valentine’, entre otras. El que le ha dado forma ha sido el cordobés, Juan Carlos Rubio, autor de numerosos guiones de televisión y encargado de una adaptación, que según Marina, hace que el montaje “resulte creíble en la época actual”.
Otro punto a favor de ‘Al final de la carretera’ es el “buen rollo” de la entrevistada con Manuel, con quien había coincidido en la serie ‘Amar en tiempos revueltos’ entre 2008 y 2010, Raúl, a quien conocía pero no había trabajado y a quien se ha encontrado por primera vez y Melani. Entre todos crean un tándem, “somos como una familia, hemos congeniado y luego lo ve reflejado el público”, añade Marina. Esto provoca que la gran mayoría de personas que acuden a ver la obra se vean reflejadas, “no con los personajes pero si con las situaciones, todos de repente hemos tenido que aparentar algo que no hemos querido”, considera la actriz, que añade que en el montaje hay de todo, “el que se quiere salir del tiesto, el que se sale y el que quiere quedarse dentro”.
Chica de Ciudad Jardín
Cuando sale del teatro, Marina dedica el tiempo libre a sus plantas y animales, porque en un primer momento iba para veterinaria, aunque finalmente se declinó por la interpretación. Si no hubiera elegido esto, quizá “estaría por el campo”, reflexiona ella, al tiempo que nos desvela que se ha hecho Instagram, ‘Marina_San_Jose’, donde podemos verla duchándose con Rita, un agaporni que tiene en casa, aunque nos confiesa que acaba de descubrir otros inquilinos en casa, dos grillos. Esta es su exposición al público, limitada, porque hacerse un Twitter, como otros compañeros de profesión, le da “pereza”, sinónimo de que antepone las relaciones sociales a las redes sociales.
Marina reside en el barrio de Ciudad Jardín, del distrito de Chamartín, “al lado de ‘la Prospe’ (barrio de Prosperidad), donde reforman la calle López de Hoyos, no han tenido tiempo de hacerlo en verano”, denuncia la actriz. En este sentido, muestra su descontento con la política municipal de Madrid y le preguntaría a la alcaldesa Ana Botella “¿por qué han cambiado las marquesinas de autobús si estaban en perfecto estado? Se trata de una sustitución que se hizo el pasado verano y que en su opinión es un “absurdo”. Además, Marina preferiría que hubiera menos tráfico en su distrito, así como más carriles bicis, aunque razona que “circular en Madrid en bicicleta aún es peligroso”.
Tras acabar sus estudios secundarios, Marina se matricula en la escuela de actores Laboratorio William Layton, donde también estudia canto y danza. Su primera aventura teatral fue en 2005 con ‘El Cartero de Neruda’ y nueve años después dice sentirse “más segura, recuerdo aquel estreno en Avilés, estuve llorando de emoción mucho tiempo por la tensión y nervios, lloro por cualquier cosa”, expone la actriz. La sensibilidad que exhibe se recubre por una capa de compromiso, ya que en pocos días estrena ‘Al final de la carretera’ y en el patio de butacas estará una gran amiga suya, Tina Sáinz, con quien coincidió en ‘El Cartero de Neruda’ y queda dos veces a la semana, “muchos compañeros y estarán hasta mis padres”, manifiesta Marina.
Marina San José es la viva imagen de su madre físicamente y cuando se expresa, la cantante y actriz, Ana Belén, que con su marido y también cantante, Víctor Manuel, le dieron la vida y educaron junto a su hermano David. Los cuatro coincidieron el pasado 12 de septiembre en las fiestas de San Mateo de Oviedo, con motivo del concierto que ofreció Víctor Manuel para celebrar 50 años de carrera musical. Marina de corista y David al piano, acompañaron a sus padres en todo momento. “Los cuatro celebrando ese momento fue muy emocionante”, opina Marina, quien se siente orgullosa de su origen y relación con sus padres, “me meto lo que me dejan en su vida”, deja una pausa, “igual que yo les dejo a ellos en la mía”, concluye entre risas.
“Culebrear” para trabajar
No solo teatro sino también cine. El verano pasado Marina formó para del elenco de ‘De chica a chica’, un largometraje dirigido por Sonia Sebastián y cuyo estreno está previsto para el año que viene. El film está basado en la serie de Internet ‘Chica busca chica’, “han hecho la adaptación al cine y trajeron de Australia a Jane Badler, Diana de la serie de televisión ‘V’”, narra con emoción. Lo cierto es que Sonia ha contado para su primer proyecto con un reparto muy coral: Adrián Lastra, Ismael Martínez, Jaime Olías, Celia Freijeiro, Cristina Pons, María Botto, María Ballesteros, Estefanía de los Santos y Marina, entre otros. “La peli es una comedia no sobre la homosexualidad, sino las relaciones humanas, mi personaje no es lesbiana y estoy embarazada”, resume Marina el argumento.
La actriz madriñeña es consciente de que en la época que estamos “tampoco es que pueda elegir proyectos”. Acaba de cambiar de representante y está iniciando una nueva andadura, opina que “hay que saber culebrear para conseguir un papel”. A día de hoy, Marina está centrada en su trabajo teatral, ‘Al final de la carretera’ y convencida de que aún quedan muchos años para llegar, al final de su carrera.
