Ser ella misma y no aparentar. Esta es la frase que tenía grabada en la frente Paloma Durán Palacios (Granada 1989) antes de partir a Cancún (México) para participar en el certamen internacional Miss Latina del Mundo. Antes de su viaje recaló en la capital para lucir la cinta que le acredita como Miss España del Mundo, que a diferencia del clásico y denostado concurso Miss España, valora en un 60% la inteligencia y un 40% de belleza. Con la carrera de Farmacia bajo el brazo, se hizo de calle con el título de nuestro país, para el que se presentaron cientos de solicitudes. Supone un salto adelante en su carrera como modelo, “trabajé esforzándome a nivel físico e intelectual, pasé una serie de pruebas y las superé", explica Paloma.
A diferencia de los grandes concursos y aunque Miss Latina del Mundo nació a principios de los años 80, la candidatura española se ha llevado adelante con palos y cañas gracias a Paloma y su novio. Unas pocas empresas de su tierra natal le han regalado varios detalles y algún que otro traje, que sirve para vestir el empeño que la granadina ha puesto en esta iniciativa. Aunque su familia al completo no le apoya, no renuncia a las pasarelas, prueba de ello es la soltura con la que pasea por las calles del centro de Madrid ante la atenta mirada de decenas de curiosos que la paran para fotografiarse con ella. “Trabajadora y cuando quiero algo, lo consigo”, asevera Paloma, que ha viajado a Cancún “no solo para llevarme una corona, sino contratos y patrocinios”.
Cambio de imagen
Tras un espectacular cambio de imagen, a los 22 años una amiga le regaló un book que le sirvió para darse cuenta de que quería dedicarse a esto. Paloma nunca se lo llegó a plantear, porque pesaba 30 kilos más que ahora a causa de una dislipemia (colesterol alto hereditario). “De pequeña he sido gordita y no pensaba que encajara en el mundo de las modelos”, confiesa, y cuando le preguntamos por la extrema delgadez que se observan en algunas pasarelas, responde que “eso ya no vale porque se tiene que estar sano”. Ella lo tiene claro, algo de ejercicio y buena alimentación, sin renunciar a las lentejas de su abuela, son las claves para “estar tonificado y no delgado como un palo”. Además, en los países latinoamericanos, donde ha competido, “las mujeres tienen curvas y caderas, no tienen nada que ver con ciertas modas europeas”, indica la española.
Durante dos semanas, Paloma ha tenido que relacionarse en el certamen Miss Latina del Mundo con representantes de Portugal, Italia, Reino unido, así hasta 30 países. El primer premio recayó en Miss San Antonio Texas Latina, la estadounidense, Karla Monje. Y tras ella estaba Paloma porque fue una de las finalistas, reconocimiento más que merecido y que ahora le sirve para iniciar otra carrera de fondo, la de encontrar una oportunidad en España tras haber sido modelo internacional. Además, para quienes critican este tipo de concursos, Paloma aclara que este en concreto “ni explota ni degrada a la mujer porque no quieren promocionar la clásica imagen con bikini”. Con una estética más cuidada se diferencia así del Miss Universo, avalado por el multimillonario Donald Trump, “que no puede ir así por la vida por muchos millones que tenga”, dice Paloma, aludiendo así a las palabras del magnate contra los hispanos.
Además, la joven granadina ha sabido exportar a América Latina una imagen diferente de España. En su opinión, “no destacaría la gastronomía ni los toros, sino a los españoles, ellos son quienes hacen posible lo que somos, las fiestas y comida pasan”. Ya de vuelta a su tierra, descansa del ajetreado concurso y se relaja haciendo lo que más le gusta, pasear con su pareja. No renuncia en un futuro a sus sueños de trabajar con el fotógrafo Russell James o el modisto Tarik Ediz, a pasear por Nueva York como la protagonista de ‘Desayuno con diamantes’ o en definitiva, estrechar su relación con la moda donde mejor sabe hacerlo, sobre las pasarelas.
