Afortunadamente, la estancia ya no albergaba a pacientes pero sí diversas salas de formación que, previsiblemente, verán afectadas su programación, según ha denunciado el sindicato médico SATSE a través de un comunicado. Fuentes del centro hospitalario han aclarado que la incidencia no ha causado daños materiales ni personales, subsanándose casi al instante la deficiencia en la cañería rota.
Por su parte, SATSE Madrid ha vuelto a denunciar “la política de precariedad que se ha desarrollado en estos últimos años y que ahora pasan factura”. Según la organización, el personal de mantenimiento de los grandes hospitales se ve abocado a parchear unas infraestructuras que, durante años, han visto cómo no se invertía en ellas. “La sanidad pública madrileña necesita una inyección urgente de dinero, que acabe con la imagen que se está dando de ella a pesar de la gran labor que realizan todos los profesionales”, indica el sindicato.
Y es que la pasada semana, el Hospital de La Paz experimentó un episodio similar al vivido en el día de ayer en el Ramón y Cajal. La rotura de una tubería en la sección infantil del Hospital de La Paz obligó a cerrar cuatro de los seis quirófanos con los que cuenta el área, derivándose las intervenciones a otras salas de operaciones. “La Paz, el Doce de Octubre, Ramón y Cajal,… son grandes centros asistenciales que durante mucho tiempo han visto reducidos sus presupuestos en mantenimiento y que ahora hacen agua por todos los lados”, concluye SATSE en un comunicado.
