El anuncio del cierre del Centro de Especialidades de Fuenca-rral, el próximo 1 de marzo, ha provocado la indignación de vecinos y oposición, que no entienden esta decisión. La Comunidad de Madrid ha anunciado que a partir de esa fecha la actividad del centro se trasladará al Hospital de La Paz y a los centros de especialidades dependientes del mismo, que son el de Peñagrande, José Marvá y Colmenar Viejo. La razón del cierre son las deficiencias estructurales que presenta el edificio, construido en 1979, y que pueden resultar peligrosas tanto para los profesionales como para los pacientes que acuden a él.
“Los enfermos continuarán siendo atendidos por los médicos que les han tratado hasta ahora, sólo que en un lugar diferente -explican desde la Comunidad -y podrán ejercer su derecho a la libre elección y solicitar un especialista de los disponibles en el Hospital de La Paz o en cualquiera de sus centros”.
Varias asociaciones vecinales han mostrado su contundente rechazo a esta acción. Apoyadas por PSOE, EQUO e IU, han convocado una manifestación el sábado 18, que saldrá a las 12.00 horas de la calle Olesa de Montserrat, donde está el centro, y llegará a la calle Llano Castellano, donde está ubicado un local cerrado propiedad de la Comunidad de Madrid. El traslado del centro a este local es una de las alternativas que proponen los vecinos para evitar el cierre.
“La necesidad de reformas es conocida por la Comunidad desde hace diez años, cuando ya se trasladaron las especialidades de Primaria a otras instalaciones; ahora dicen que no hay dinero para arreglar el edificio”, denuncian los vecinos en un comunicado.
Por su parte, los partidos de la oposición han dado su opinión sobre el tema. Pedro Zerolo, portavoz del PSOE, acompañado por vecinos y representantes de otros grupos políticos, ha visitado el centro. “No entiendo por qué el Ayuntamiento no ha ejercido la acción sustitutoria de las obras o no ha instado a la Comunidad a que hagan algo para evitar el cierre”. Han recogido las quejas de los trabajadores del centro que, a día de hoy, “desconocen cual será su destino, si se respetarán los turnos o no y si el personal contratado tendrá cabida en estos traslados”.
