Las obras de ampliación de la Línea 9 a Mirasierra están dando muchos más quebraderos de cabeza de lo que se pensaba. A los padres y madres de los alumnos del IES Mirasierra, del que supuestamente se derribará uno de los edificios, se ha unido ahora otro grupo de vecinos, que piden que la construcción de las dos estaciones que entran dentro del proyecto, se realicen a la vez. Por un lado, la estación situada en la calle Portera del Cura, construcción para la que se va a derribar el IES; por otro, la de Costa Brava, que conectaría con un intercambiador de Cercanías, y que es un proyecto que aún no ha salido a concurso. Algunos vecinos han solicitado a la Consejería de Transportes que reconsidere la decisión de ejecutar las obras en dos fases, como está previsto. Su temor, que esa segunda fase no se haga nunca.
Por otro lado, los miembros del AMPA del IES Mirasierra siguen con sus actos para evitar el derribo del centro. El día 27 se reúnen con el defensor del menor; además han mandado una carta protesta a Bonifacio Alcañiz, director del Área Territorial de Madrid capital, en la que se denuncia que el proyecto no contempla la seguridad de los alumnos que se quedan en el IES Mirasierra durante las obras.
