La avería había afectado al techo del pasillo de acceso a la zona pediátrica y la dirección del centro médico procedió a clausurar las dependencias, toda vez que los servicios de mantenimiento fuesen subsanado las deficiencias y el Servicio de Medicina Preventiva garantizase los estándares microbiológicos de los quirófanos antes de su reapertura. Fuentes del hospital han informado ahora que los cuatro quirófanos -de los seis con los que cuenta el área infantil- afectados por esta incidencia estén operativos tras las medidas de control microbiológico.
Desde el sindicato SATSE atribuyeron el problema a la falta de inversiones del Ejecutivo autonómico en los centros médicos de la capital. Precisamente, el área afectada por la rotura está incluida en la tercera fase de la reforma integral del centro, en cuyo diseño se está trabajando actualmente. Sin embargo, desde la organización sindical mantienen como “evidente” la falta de mantenimiento de las instalaciones. Y es que el centro hospitalario ubicado en el distrito de Fuencarral-El pardo ha sufrido en los últimos años varias inundaciones, ya fuese por problemas en la red de tuberías o por las fuertes lluvias. En enero de 2018, al área de Urgencias se vio totalmente anegada por el agua, situación que se repitió en el mes de julio del año anterior, también debido a las fuertes precipitaciones que asolaron a la capital durante el verano.
Una semana después de que dirección de La Paz se viese obligada a cerrar los cuatro quirófanos, una avería en el circuito de calefacción derivó también en una filtración de agua que afectó a las placas del techo de la undécima planta del Hospital Ramón y Cajal. Afortunadamente, la estancia ya no albergaba a pacientes pero sí diversas salas de formación quevieron afectadas su programación, según ddenunció el sindicato médico SATSE a través de un comunicado. Fuentes del centro hospitalario aclararon que la incidencia no ha causado daños materiales ni personales, subsanándose casi al instante la deficiencia en la cañería rota.
