Así lo han expresado esta mañana fuentes de la Consejería en respuesta a una denuncia de los empleados de los hospitales públicos, de la que ha informado la cadena SER, y según la cual la ropa de cama, toallas o uniformes, muy escasa, vuelve de la lavandería sucia, rota o manchada.
Según las fuentes de Sanidad, no hay registrada a la fecha ninguna «incidencia específica global», aunque sí reconocen que ha habido incidencias en algunos hospitales, como en el Ramón y Cajal. Incidencias -dicen- que han sido comunicadas a la concesionaria, que ha aducido «problemas puntuales en una de sus plantas» que se están solucionando», informa Sanidad.
Sanidad añade que, según sus auditorías, alguna cantidad de ropa hospitalaria regresa a los hospitales «defectuosa» o en estado «no adecuado» y que en esos casos es devuelta y sustituida. La Consejería hace un «seguimiento permanente» de la ropa que llega a los hospitales, y exigirá un refuerzo en la calidad del servicio externalizado de lavandería en el contrato nuevo que licitará cuando venza el actual, en noviembre próximo, y en cuyos pliegos ya trabaja.
Los pliegos del contrato actual, de 2013, contienen parámetros y exigencias que serán mejorados para «reforzar la calidad del servicio». Acerca de la denuncia de los trabajadores, Sanidad dice que los datos ofrecidos por la cadena SER corresponden a auditorias de 2018. Según Sanidad, «las auditorías sí detectan un porcentaje de ropa que no llega en estado adecuado, aunque es detectada y sustituida».