El Ejecutivo autonómico se parapetó en la “avalancha” de menores inmigrantes no acompañados en la región, sin embargo, desde la fundación han aclarado que la problemática por la que atraviesa el centro se debe a la “falta de suministros” para cubrir las necesidades y a la restricción del número de plazas para la atención a menores por parte del Gobierno regional.
Así lo denuncia la presidenta de la organización, Lourdes Reyzábal, quien subraya que Raíces ya ha acudido a la Fiscalía de Menores y al Defensor del Pueblo para denunciar la inacción de la Comunidad de Madrid. «No compartimos para nada el mensaje de que hay una avalancha de menores inmigrantes no acompañados», explica Reyzábal, quien reconoce que aunque ha subido el número de inmigrantes en general y, en consecuencia, el de menores no acompañados, la Consejería ha ocultado el dato de que «han restringido el número de plazas del sistema de protección en aproximadamente unas 300».
Desde la fundación indican que en el caso de Hortaleza se procude un “efecto embudo”, ya que los niños “entran pero no salen”. y es que según la normativa, un interno menor del centro no puede estar más de dos meses en el centro; sin embargo, se da la circunstancia de que en el espacio ubicado en el distrito madrileño hay jóvenes que han permanecido más de diez meses entre sus paredes.
Por otro lado, ha subrayado que los propios menores llevan denunciando estas situaciones «mucho tiempo», así como «vejaciones» y «malos tratos» por parte de los educadores y del personal de seguridad. Además, algunos recientemente acudieron a la organización a pedir cepillos y pasta de dientes y pastillas de jabón. Estas denuncias se suman a su vez a las quejas de los propios trabajadores del centro, quienes advierten de que la situación de hacinamiento origina una atmósfera de tensión y violencia entre los internos.
