La relación entre el Gobierno de España con el régimen de Maduro despierta los recelos en la administración de EEUU, que advierte de sanciones
Todavía no se había celebrado la segunda cita con las urnas en clave nacional, cuando desde Washington llegaban mensajes de que Estados Unidos (EEUU) planeaba sanciones económicas contra España por la relación del Gobierno con Nicolás Maduro. Era comienzos de noviembre cuando fuentes norteamericanas abogaban por multar al Ejecutivo, entonces en funciones, de Pedro Sánchez por supuestamente dar apoyo económico al régimen chavista.
El revuelo causado por el encuentro entre la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, acrecienta la desconfianza de la administración Trump con España.
Por el momento, EEUU ya ha comenzado su estrategia de asfixiar a los aliados del régimen de Nicolás Maduro. Para ello, el Departamento del Tesoro del país norteamericano ha anunciado que aplicará sanciones a la filial comercial de la compañía petrolera rusa, Rosneft Trading. «Esta es una reacción al creciente y cada vez más importante papel de Rosneft en los asuntos de Venezuela», explicaba un funcionario de la administración Trump. De esta manera, se pretende aislar al Gobierno chavista para que sus líderes abandonen Miraflores.
Llegan las advertencias
Alrededor de sesenta países, entre los que se incluye EEUU, consideran a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. De ahí que desde Washington estén moviendo ficha con el objetivo de derrocar a Maduro. Tras conocerse las medidas sancionadoras que el Gobierno americano impondrá a la citada compañía, desde la administración estadounidense han aclarado que se llevarán a cabo nuevas acciones en próximas semanas.
Dichas medidas podrían recalar también en España. Y es que desde Washington ya habían advertido a diferentes empresas energéticas. Entre éstas se encuentra la española Repsol, sobre los riesgos de operar con el régimen de Nicolás Maduro. Igualmente, los desplantes del Gobierno de Pedro Sánchez hacia la figura de Juan Guaidó no ayudan a encauzar esta situación.
En una grabación difundida por el despacho de Presidencia de la República de Venezuela se pudo escuchar al propio líder opositor enumerando aquellos países de Europa con los que ha negociado acometer acciones concretas para «lograr la libertad de Venezuela». Entre las naciones glosadas no se encontraba España. Ante el temor de posibles sanciones al país, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha hecho ciertos guiños contra el régimen de Maduro. Ya el pasado 11 de febrero, el Gobierno se mostró partidario de ampliar la cifra de personas sancionadas por su vinculación al régimen de Maduro. No obstante, resulta paradójico que dicha acción se tome después del caso ‘Delcygate’.
