Con estas actuaciones, el Gobierno de Manuela Carmena inicia a finales de legislatura la polémica transformación de la A-5, que soporta una densidad de tráfico muy alta con más de 150.000 vehículos al día y genera ruidos insoportables para los vecinos, sobre todo en Batán. El viernes ya comenzó a funcionar un radar de tramo que multará a partir del 16 de abril a quienes circulen a más de 70 kilómetros por hora en ambos sentidos, la máxima circulación permitida en la zona, aunque el Gobierno municipal aspira a cumplir el mandato del Pleno de limitar la velocidad a 50.
No obstante, las zonas próximas a los semáforos -uno instalado en la avenida de los Poblados y los otros dos en los kilómetros 6,5 y 5,7 del paseo de Extremadura- se reducirá hasta los 50 kilómetros por hora. Reclamada por las asociaciones de vecinos e impulsada por el grupo municipal socialista de Purificación Causapié, la medida ha enfurecido al PP y a Cs y también a los alcaldes de los municipios aledaños, entre ellos el de Móstoles (PSOE), lo que llevó al PSOE-M a pedir la paralización del plan «electoralista».
Una reclamación que la alcaldesa no ha atendido, aunque sí ha dejado para una segunda fase que la máxima velocidad permitida sea de 50 kilómetros por hora en todo el tramo, de 11 kilómetros. Desde la Comunidad de Madrid han exigido la paralización de esta medida con una carta que la consejera de Transportes, Rosalía Gonzalo, ha enviado a la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, en la que reprocha al Consistorio que no hayan enviado ni al Gobierno regional ni al Consorcio Regional de Transportes «información o documentación alguna relativa a esta actuación».
Por ello, Gonzalo solicita al Consistorio «la remisión» de toda la información relativa a este plan para convertir en una vía urbana el paseo de Extremadura y poder «evaluar sus posibles efectos sobre el transporte público, con carácter previo a la adopción de cualquier decisión». El Ayuntamiento considera que estas actuaciones harán que esta incorporación sea «más fluida», permitirá reducir la velocidad en el tronco del paseo de Extremadura (A-5) y como consecuencia, reducir la contaminación acústica.
También se ponen en marcha este martes los carriles bus para agilizar el transporte público entre el kilómetro 3,7 y 8 del paseo. Además, el Ayuntamiento de Madrid abre este martes dos nuevos accesos a la autovía: el vial que conecta la calle Carabias con el paseo de Extremadura sentido M-40, y el que transcurre entre la avenida de los Poblados y el paseo de Extremadura, que en este caso limitará el movimiento de vehículos en calles secundarias.
