Las nuevas grabaciones del Madrid Arena, a las que ha tenido acceso ABC, desmontan, prácticamente, una por una, las bases de la defensa del dueño de la empresa organizadora Diviertt, Miguel Ángel Flores, ante el juez de instrucción.
En los vídeos puede ver cómo no existe asalto alguno al recinto, que nadie del botellón intentó colarse y que la actuación de la Policía Municipal fue la correcta en orden público. Todo el caos se desencadenó una vez dentro del perímetro del espacio multiusos. Hasta el punto de que son dos empleados de Kontrol 34, los porteros contratados por Flores, son quienes cierran la entrada principal al pabellón y abren la de carga. Por ahí acceden, sin carreras, directamente a la pista y sin entradas.