En la actualidad, era necesario reducir la velocidad a 50 kilómetros por hora en las inmediaciones de los semáforos, que ahora permanecerán en ámbar durante «un tiempo» por cuestiones de seguridad vial y ya no se pondrán en rojo. Una vez finalizada la hora punta comenzará su nuevo funcionamiento, según confirmó el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante.
La recomendación de la Dirección General de Gestión y Vigilancia de la Circulación es que los semáforos se mantuvieran en ámbar, y así lo harán durante un tiempo, para garantizar la seguridad vial dado que se modifica la señalización en horizontal y en vertical. También han aconsejado mantener el radar pero aumentan el límite de 50 a 70 kilómetros por hora, como estaba antes de instalar los semáforos, para evitar colisiones por alcance.
A comienzos de esta semana ya comenzaron las primeras actuaciones, como la modificación de algunas señalizaciones para pasar de ceda el paso a ‘stop’ en el acceso desde la calle de la Carlina, y la eliminación de la línea continua en el carril bus para que se pueda acceder a la vía. Según el nuevo consistorio, los accidentes en el Paseo de Extremadura se multiplicaron por doce desde que se activaron el pasado febrero los semáforos en este tramo; una medida implantada por el Gobierno de Manuela Carmena y que el cogobierno del PP y Cs rechaza.