Desde hace tiempo, el asunto se estaba complicando más, ya que a la ilegalidad que supone el vender comida de esta forma, sin ningún control sanitario, se han unido otras actividades.
Los que se reúnen allí llegan incluso a ofrecer servicios de peluquería. Además, hay muchos que consumen bebidas alcohólicas en el lugar, por lo que se producen algunas escenas que han sido denunciadas en muchas ocasiones por los vecinos de la zona, tanto por la suciedad que dejan como por el sentimiento de inseguridad que crean: “dan una imagen que no es propia de la Casa de Campo, el pulmón verde de Madrid”, dice uno de los vecinos.
Desde hace aproximadamente un mes, patrullas de la Policía Municipal acuden a la zona para requisar el género, ya que lo que hacen es ilegal. Eso fue lo que hicieron los agentes que acudieron al parque el pasado domingo 19 de septiembre. Pero en este caso todo acabó en una batalla campal entre ciudadanos y policías, con lanzamientos de piedras incluidos, en la que resultaron heridos cuatro agentes y cuatro personas fueron detenidas.
La trifulca comenzó cuando los agentes intentaban identificar a uno de los vendedores; según fuentes policiales, poco después, varios de los vendedores se unieron y comenzaron a insultar a los agentes y a agredirles a base de pedradas principalmente -uno de los agentes recibió varios puntos de sutura por un golpe en la cabeza-.
Por su parte, los inmigrantes han denunciado la dureza con la que les trataron los agentes. La situación se tranquilizó con la llegada de más efectivos; acudieron también los antidisturbios, pero no llegaron a intervenir.
Las cuatro personas detenidas han sido acusadas de resistencia a la autoridad. Una de ellas es un fotógrafo, Edu León, especializado en inmigración, detenido cuando intentaba hacer una fotografía de la redada. Una acción que ha provocado reacciones entre los reporteros gráficos.
El pasado lunes decenas de periodistas se concentraron frente a la comisaría en la que se encontraba arrestado León -ya puesto en libertad-. Protestaban por la detención de su compañero y para reclamar el derecho a la Libertad de Expresión en el desarrollo de su trabajo. El fotógrafo, ha explicado en una rueda de prensa los malos tratos policiales que, según él, recibieron tanto él mismo como otras personas. León ha denunciado que “no existe un protocolo de actuación policial con los fotógrafos, y eso genera abuso de poder”. Ahora la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), ha afirmado en un comunicado que está negociando un convenio con Interior para facilitar esta tarea informativa. Otra de las voces críticas hacia la actuación policial ha sido la de una asociación de vendedores ambulantes ecuatorianos, que ha expresado su rechazo al “uso desproporcionado de la fuerza policial”.
