El Madrid de grandes infraestructuras de los últimos años, como la Caja Mágica, contrasta con la realidad de muchos barrios, donde son necesarias inversiones urgentes en temas realmente importantes, como la vivienda, la seguridad y la limpieza. La Colonia de Los Olivos, en Latina, es un muy buen ejemplo de este problema. Se trata de una zona delimitada por cuatro calles (San Canuto, San Timoteo, San Fulgencio y San Benigno) cuyas viviendas se construyeron a mediados de siglo pasado como, según la denominación de la época, “albergues para pobres”. Se trata de viviendas muy pequeñas y con serios problemas de humedades y cimentación, con el agravante de que en los últimos tiempos la Colonia se había convertido en un foco de delincuencia y tráfico de drogas. El Ayuntamiento, consciente de esta situación, prometió en 2004 derribar y remodelar la zona, un proceso que se inició en 2006.
La situación es peor a causa del paso del tiempo, algo que pudo comprobar recientemente en una visita el portavoz de UPyD en el consistorio madrileño, David Ortega, quien pidió que el Ayuntamiento actúe ya, “porque es inadmisible que en Madrid existan estas situaciones, va contra la dignidad de las personas. No nos podemos habituar a ver niños sin escolarizar jugando en la calle entre gallinas. La falta de dinero no puede ser una excusa para permitir situaciones así cuando el Ayuntamiento sí tiene fondos para otras partidas superfluas, y tampoco se puede argüir que los trámites urbanísticos son lentos: se supone que el proceso se inició hace seis años”.
Centro de Alzheimer
Ortega también comprobó en su visita el estado de abandono del Centro para enfermos de Alzheimer de la calle Alhambra, una instalación en la que el Ayuntamiento de Madrid invirtió más de dos millones de euros y que hoy, cerca de dos años después de la finalización de las obras, está cerrada porque no hay fondos presupuestarios para ponerla en marcha.
En este tiempo sin uso el centro ha sido objeto de un ataque vandálico que dejó destrozado su interior. “El Ayuntamiento se ha gastado el dinero y sigue sin dar un servicio público en uno de los distritos más envejecidos de la ciudad. Son situaciones surrealistas que dejan claro cómo el Ayuntamiento de Madrid, tras más de dos décadas de mayoría absoluta del PP, ha perdido el norte”, concluyó Ortega.
