En su primer acto público como regidor, Martínez-Almeida ha acudido a la Asamblea General de la patronal madrileña que ha elegido a Miguel Garrido como presidente en sustitución de Juan Pablo Lázaro, y se ha comprometido a tener desde el Palacio de Cibeles la «mano tendida» a empresarios y a sindicatos.
Martínez-Almeida ha desgranado ante la patronal compromisos que afectan a los empresarios como un plan de simplificación normativa que dé un marco «ágil y flexible» a la relación con el consistorio y en el que haya «seguridad jurídica» y «certezas» sobre qué respuestas dará la administración. Además, el alcalde de la capital se ha comprometido a intensificar la colaboración público-privada porque a su juicio es la sociedad y no al Ayuntamiento a la que le corresponde hacer el futuro de una ciudad que, ha destacado, compite en la liga de las grandes urbes mundiales.
También se ha comprometido a «acabar con esas mafias ilegales que están explotando a los manteros en las calles» y con los perjuicios que esta venta ambulante ilegal supone a los comerciantes. «Revolución fiscal», para «agilizar la creación de riqueza», el desbloqueo 25 años después de Madrid Nuevo Norte, la llamada Operación Chamartín y los desarrollos del Sureste para que haya vivienda accesible son otros de los compromisos asumidos este martes por el alcalde de la capital.
También luchar contra los altos niveles de contaminación aunque ha prometido hacerlo sin complicar la movilidad de los madrileños y apostando por darles alternativas, una medida en la que se enmarca la moratoria a las multas que en la práctica dejará sin efecto Madrid Central desde el próximo 1 de julio.
