Así lo ha anunciado este martes, 24 de septiembre, el alcalde del Ayuntamiento capitalino, José Luis Martínez-Almeida, quien alude a las «continuas intervenciones en las que los policías se ven inmersos y en las que deben intervenir usando medios proporcionados y garantistas».
Así, los efectivos del cuerpo de seguridad local se valdrán de las pistolas de electrochoque cuando resulten ineficaces otros medios no violentos para inmovilizar, detener o impedir la fuga de una persona que manifieste un peligro inminente de lesionar a terceros o a sí misma, cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceros y cuando deba impedirse la comisión de un delito. «La utilización de este dispositivo, en todo caso, lo deberán llevar a cabo los agentes bajo los habituales principios de proporcionalidad, congruencia y oportunidad», han aclarado fuentes del área de Seguridad y Emergencias.
De esta manera, la administración local prevé incorporar más de 200 táseres entre las 22 unidades de la Policía Municipal de los distritos madrileños y algunas de las unidades específicas, como son los denominados ‘antidisturbios’. En concreto, el consistorio invertirá cerca de 500.000 euros en dotar a los uniformados de la citada pistola eléctrica; cada una de éstas cuenta también con una cámara de visionado para registrar el uso que se hace del arma.
Igualmente los agentes serán instruidos en el manejo de estos dispositivos, los cuales lanzan una descarga que contrae los músculos del que la recibe, permitiendo la detención del individuo de una manera segura. Los táseres son utilizados en otros países y varios organismos internacionales recomienda su uso frente a las armas letales.
