El vehículo de pilas e hidrógeno

Han bastado unos pocos años para que la ciencia ficción dejara de serlo y los coches eléctricos empezaran a jugar un papel esencial en el nuevo modelo de movilidad sostenible. Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde  de la Ciudad de Madrid, ha presentado esta mañana el Honda FCX Clarity, el primer vehículo eléctrico de pila de combustible de hidrógeno homologado para su comercialización, como ya ocurre en Estados Unidos. La presentación de un nuevo automóvil de estas características revela cómo va arraigando la apuesta de administraciones, fabricantes y usuarios  por un sistema de movilidad sostenible. "El desarrollo de las tecnologías de producción y almacenamiento de hidrógeno serán la clave -subrayó el alcalde- para asegurar que los vehículos de pila de combustible sean eficientes y viables".

Los vehículos propulsados por pila de combustible de hidrógeno pueden ofrecer las mismas ventajas ambientales que los vehículos eléctricos de baterías, con la diferencia de que generan la electricidad a bordo y solo emiten vapor de agua.

Hace tiempo que el Ayuntamiento de Madrid asumió el reto de conseguir una movilidad sostenible, apostando por el desarrollo tecnológico.  De hecho la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ya ha participado en dos proyectos demostrativos para contribuir al desarrollo tecnológico de la pila de hidrógeno. "Baste recordar los prototipos Irisbus y Mercedes Citaro que circularon por diversas líneas o el hecho de que en 2003 inauguráramos la primera estación de suministro de hidrógeno en las instalaciones de Fuencarral, que es la primera de España y la tercera de Europa de sus características".

Pero además, la Ciudad de Madrid ha tomado parte en otras iniciativas con el vehículo eléctrico como protagonista. Buenos ejemplos son los proyectos EVUE (Electric Vehicles in Urban Europe) que suma la experiencia de diversas ciudades en esta materia, o el MOVELE, desarrollado gracias a la colaboración público-privada y que incluye la creación de una red de puntos de recarga de oportunidad -en este momento ya hay instalados, sean parte del proyecto o no, 258, de los cuales 18 están en la vía pública- que permita al usuario completar una jornada cuando agote la energía de su vehículo antes de lo previsto. "Estas experiencias -reconoció Ruiz-Gallardón- nos señalan el camino para desarrollar una movilidad basada en el conocimiento y la innovación, así como para promover una economía más eficiente en el uso de los recursos, más ecológica y más competitiva".

Favorecer el uso 
El Ayuntamiento de Madrid ya ha adoptado una serie de medidas para favorecer el uso del vehículo eléctrico. Entre ellas se encuentran la exención del pago y la limitación horaria del Servicio de Estacionamiento Regulado; la bonificación del 25% para vehículos comerciales en la tarjeta para aparcar en zona SER; la bonificación del 75% -el máximo legal permitido- en el Impuesto de Circulación; o el uso gratuito hasta finales de este año de los puntos de recarga del Plan MOVELE. Pero también ha querido ser ejemplo de las ventajas que reporta el uso del vehículo eléctrico y, por eso, en la flota municipal hay ya 106 vehículos, incluidos 20 microbuses eléctricos de la EMT, o las nuevas motos eléctricas de los Agentes de Movilidad y de la Policía Municipal. A ellos se añaden los 186 vehículos híbridos, como el enchufable que habitualmente usa el propio alcalde.

La Ciudad de Madrid, constató Ruiz-Gallardón, ha hecho suyo el objetivo marcado en el Libro Blanco del Transporte, aprobado por la Comisión Europea, de reducir en un 60% las emisiones y la dependencia del petróleo, hasta liberar a las ciudades de coches contaminantes en 2050. "En esa transición -prosiguió- es fundamental el desarrollo de los vehículos eléctricos y de pila de combustible de hidrógeno. Durante las próximas décadas, necesitamos que la industria diseñe productos inteligentes y sostenibles y como Administración tenemos que acompañarles en este proceso, facilitando su implantación".