Los trabajos de estudio y documentación para desmontar la escultura de ‘La Piedad’ situada en el frontispicio de la basílica de Cuelgamuros del Valle de los Caídos comenzarán mañana, tras los oficios de Semana Santa que se han celebrado estos días en el templo, según han informado fuentes de Patrimonio Nacional, responsable del conjunto artístico.
De este modo, a partir de la próxima semana se realizarán los reportajes fotográficos previos de la pieza, así como los informes técnicos para instalar los andamios y las medidas auxiliares necesaria para adecuar el fronstispicio como lugar de trabajo, unos estudios que durarán aproximadamente 15 días.
Posteriormente, los técnicos procederán al desmontaje de ‘La Piedad’, que se realizarán en bloques, que se depositarán en un taller de estudio y análisis ubicado en la zona de la antigua cafetería del Valle de los Caídos, y luego se procederá a la restauración, tras el informe previo correspondiente.
La escultura está formada por 115 bloques de piedra de 1.500 kilos de peso cada uno, que se colocan a modo de puzzle tridimensional. Los especialistas limpiarán las piedras, eliminarán las grietas internas y externas y aplicarán tratamientos de protección.
El motivo de la rehabilitación de la escultura es de seguridad, puesto que existe riesgo de que las láminas que se desprenden de ‘La Piedad’ caigan sobre los turistas o fieles, ya que está situada encima de la puerta de la basílica. La escultura, realizada por Juan de Ávalos, lleva más de 50 años expuesta en el frontispicio y ha sufrido lo que los técnicos denominan ‘estrés térmico’, ya que en esta zona soportan temperaturas muy frías en invierno y calurosas en verano. La piedra en la que está labrada, denominada Calatorao por la localidad zaragozana de donde procede, es de caliza y presenta problemas.
Además, los actuales anclajes, que son de hierro, se han oxidado con el tiempo y han dañado la escultura. Los expertos deben examinar su estructura interna, ya que se han observado fisuras exteriores, pero también podría haber microfisuras internas. Los tratamientos que se han realizado en su momento no han impedido la rotura de fragmentos.
Abierta la Basílica a oficios religiosos
Por otra parte, durante esta Semana Santa la Basílica Pontificia de la Santa Cruz del Valle de los Caídos ha abierto sus puertas para sus fieles para las actividades religiosas del Jueves y Viernes Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección.
Desde finales de noviembre, el templo fue cerrado a las visitas turísticas por obras de conservación, salvo su primer vestíbulo, correspondiente a la tienda-librería. No obstante, sí se ha permitido el acceso para las mismas conventuales celebradas por los monjes benedictinos, que sólo celebran un oficio religioso a las 11 horas, salvo excepciones como la Semana Santa. Durante el periodo de cierre la entrada al Valle de los Caídos es gratuita.
La humedad del interior de la basílica, construida dentro de una montaña, motivó el cierre para las visitas turísticas, a la espera de lo que los informes técnicos que determinen los oportunos trabajos de restauración.
Esta restricción por motivos estructurales se suma al cierre que afecta a la base de la Cruz y, por ende, al funicular que se utiliza para acceder a esta zona. Las inclemencias climatológicas provocaron casi hace dos años desprendimiento de pequeños fragmentos de las esculturas de los evangelistas situadas en la base de la Cruz. Como ‘La Piedad’, las esculturas se encuentran protegidas pro una malla.
Por su parte, la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, constituida recientemente para defender el conjunto monumental, se felicitó por la autorización para realizar los oficios religiosos de Semana Santa, por lo que consideran que el Valle "ha reabierto, volviendo a los horarios de apertura que durante 50 años han estado vigentes", al tiempo que criticó la "deficiente política de conservación y mantenimiento" de Patrimonio Nacional.
