Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

«Enamorarse» de Bilbao

viajes.jpg

“Me gustaría vivir aquí”. Este es un pensamiento recurrente que a menudo me asalta cuando viajo a una ciudad o a un país que me encanta. Es también el caso de Bilbao. Una ciudad que lo tiene todo para satisfacer al viajero más exigente. Sus gentes, sus calles, su arquitectura, su paisaje, su buena mesa, su arte, su cultura, y su ambiente no se discuten: se aplauden. Para el que no la conozca, Bilbao es una de las ciudades más cosmopolitas y entretenidas de Europa. El milagro partió de  un fenómeno bautizado por Anatxu Zabalbeascoa como El Efecto Guggenheim. A finales del siglo pasado, la creación del ya mundialmente famoso museo, transformó la ciudad de arriba abajo, sin que perdiera nada de su esencia, pero incorporando atractivos que estaban ocultos. El ejemplo más carismático de ellos es la recuperación y saneamiento de la Ría. La sensación que uno tiene al pasear por sus bellos márgenes es como flotar en sus sosegadas aguas.

Casco Viejo   

Otra de las importantes ventajas de Bilbao, aún siendo una gran urbe, es que es absolutamente paseable. Olvidarse del automóvil es un privilegio para empezar a visitar la ciudad. Una de sus numerosas zonas de interés es su Casco Viejo. En él se palpan los orígenes de la ciudad. Caminar desde el paseo del Arenal, es un buen punto de partida. Se llega a la Plaza Nueva, lugar de encuentro preferido por sus habitantes. Tomarse ahí unos pintxos acompañados de unos txiquitos es el más clásico y moderno ritual, mientras se contempla la hermosura del lugar. Pero ahí va un secreto a voces: no dejéis de visitar en el número 8 de la plaza La Alacena de Victor Montes. Rosa Mª Diego, su dueña, os mostrará no sólo su arsenal de  delikatessen típicos del País Vasco, sino su extraordinaria bodega con vinos de todo el mundo. ¡Todo un museo! 

Luego, hay que seguir hasta la plaza de Unamuno para recorrer las siete calles más históricas del centro. Entrar en el Mercado cubierto de la Ribera, el más grande de Europa: un regalo para la vista y el olfato. Y antes de abandonar el Casco Viejo, hay que admirar edificios tan emblemáticos como el Teatro Arriaga, por donde desfilan artistas de talla internacional como Plácido Domingo, o el de la Biblioteca Nacional, así como la hermosa fachada de la Estación de Santander.

El Ensanche, Abandoibarra y el Puente Colgante

Esta zona, en el corazón de la ciudad, es lo más paradigmático del desarrollo urbanístico. Un museo de arquitectura al aire libre proyectado por renombradas figuras como Gehry, Moneo, Isozaki o Calatrava.

Puedes recorrerlo por tu cuenta. Pero si quieres profundizar en la historia de edificios tan emblemáticos como el Palacio de Ibaigane o el Ayuntamiento, opta por una de las visitas guiadas que ofrece Turismo-Bilbao. Por otro lado, una de las excursiones más relajantes que pueden hacerse en Bilbao es tomar el Metro y desplazarse hasta Getxo para contemplar y pasear por el Puente Colgante . Desde la atalaya del histórico puente pueden contemplarse espectaculares panorámicas de la Ría y la Costa. Y la emoción ya es completa si os acercamos a los acantilados.  Asimismo, una de las ventajas que brinda el ocio nocturno bilbaíno es que la mayoría de los establecimientos se ubican en el puro centro, lo que facilita desplazarse de uno a otro sin necesidad de usar el automóvil. Pero Bilbao no cabe en un solo artículo. Así que prometo otro dedicado a su arte y su cultura, sin olvidarnos, obviamente, del Guggenheim.
 
Más información: Turismo Bilbao. Plaza del Ensanche, 11. 48009 Bilbao. Tel. 944795760.
[email protected]     
www.franciscogavilan.net

Loading

Loading

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

el distrito tv

lo más leído

Lo más visto

Scroll al inicio