Un acuerdo entre los ayuntamientos de Ponferrada y Burgos con Madrid posibilitará que fallecidos por COVID-19 sean incinerados en dichas localidades
Más de una veintena de fallecidos como consecuencia del COVID-19 en Madrid serán incinerados en Burgos o Ponferrada esta semana. Dicha medida se toma debido al aumento de los servicios de la funeraria madrileña. La entidad municipal alcanzó del 1 al 9 de abril los más de 161 servicios de media cada día. Se trata de una posibilidad puesta en marcha tras un acuerdo entre los tres ayuntamientos; no obstante, ha de contar siempre con la autorización expresa de la familia del finado.
Fuentes municipales han informado de que se dará salida de los cuerpos tras una breve ceremonia, en la que se permitirá a los familiares de la persona fallecida estar presente. Son medidas excepcionales ante un escenario también «excepcional». La crisis del coronavirus en la capital ha puesto a prueba las capacidades de la funeraria y de sus trabajadores. El pasado mes de marzo, además de reorganizar a su personal interno para reforzar los servicios más demandados, la funeraria municipal contrató a 20 personas.
Durante esta segunda semana de abril, y que acaba de concluir, se ha contratado a otras 15 personas. Por lo tanto, se ha contratado como refuerzo de personal por esta crisis a un total de 35 personas hasta el momento. La mayoría de los servicios que se contratan siguen siendo cremaciones. Pese a lo cual, es «totalmente seguro inhumar», opción que está destacando Servicios Funerarios de Madrid a las familias.
161,2 servicios de media
Los Servicios Funerarios de Madrid gestionaron 161,2 servicios de media al día del 1 al 9 de abril; cifra que baja a los 115 de media al día entre el 9 y el 31 de marzo. Dichos números ponen de relieve la duplicación de los servicios que en un periodo normal suele gestionar la funeraria; pues del 9 al 31 de marzo de 2019 se gestionaron 54 servicios.
También se refleja este aumento en las incineraciones, donde la media diaria del 9 al 31 de marzo fue de 67; mientras que el año pasado, en este mismo periodo, fueron 28. En cuanto a los enterramientos, en 2019 (del 9 al 31 de marzo) hubo 20. Este año, con la pandemia del coronavirus han ascendido hasta los 45. La funeraria municipal continuó prestando servicio a las personas fallecidas con coronavirus pese al anuncio de que dejaría de hacerlo por falta de material de protección. Un cambio de protocolo del Gobierno regional evitó que se frenara la actividad.
