La Junta local de Seguridad ha aprobado un dispositivo policial de vigilancia para el festival de música ‘Sonisphere’ en el que actuarán mañana y el sábado un total de 22 bandas de metal junto al polígono industrial Los Olivos y el Cerro de los Ángeles, donde podrán acampar los asistentes, según ha informado este jueves la concejala de Seguridad Ciudadana, Sara Hernández.
El dispositivo contempla la creación de un centro de coordinación operativo para llevar a cabo el despliegue de efectivos de la Policía nacional, local, Guardia Civil, Bomberos y Protección Civil, garantizando los accesos y la asistencia sanitaria, con puestos médicos y ambulancias, tanto en el recinto del concierto como en la zona de acampada en el cerro de los Ángeles.
Sara Hernández ha manifestado que la actividad empresarial del polígono de los Olivos podrá seguir con total normalidad junto al desarrollo del festival y señaló que el resto de la ciudad mantendrá los mismos niveles de seguridad que cualquier otro fin de semana ya que no habrá una merma de efectivos.
Además, se reforzarán las líneas de autobuses que cubren el trayecto al polígono y se ha establecido un servicio especial compuesto por 20 autobuses lanzadera que conectarán continuamente el recinto de conciertos con la estación de Cercanías de Getafe-Centro y con Madrid, compaginándose con el horario de las actuaciones.
El festival Sonisphere, cuya apertura de puertas será a las 15 horas, contará mañana viernes con las actuaciones de Faith No More, Slayer, Saxon, Wasp, Porcupine Tree, Suicidal Tendencies, Bullet for my Valentine, Anathema, Sober, Volbeat y Tao Te Kin, mientras que el sábado 10 de julio subirán al escenario Ramstein, Alice in Chains, Deftones, Megadeth, Soulfly, Cohed & Cambria, Meshuggah, Annihilator, Hamlet, Headcharger y Quinta Enmienda. El precio de las entradas es de 100 euros para los dos días de conciertos y 55 euros para una sola jornada.
Este es el segundo macrofestival que acoge Getafe después de que en 2008 se celebrará el Getafe Electric, con Metallica como cabeza de cartel, al que asistieron unas 100.000 personas durante los dos días de conciertos, aunque en este caso el escenario fue la explanada de un antiguo cuartel del Ejército del Aire en la avenida John Lennon.
