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Las fuentes públicas de Madrid cobrarán vida

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El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado hoy que habilitará en breve las fuentes públicas de agua potable como parte de una lista de iniciativas propuesta por unos 600 empleados municipales, autores de una extensa serie de sugerencias en proyectos de turismo, comercio y empleo "para mejorar la ciudad". La plantilla, dice el Ayuntamiento en una nota de prensa, presentaron en un encuentro con la alcaldesa, Manuela Carmena, más de 800 proyectos y reconocieron "el valor de ser escuchados por primera vez en la reciente historia municipal".

Estos proyectos, propuestos en la campaña "Ideas para Madrid", estaban restringidos al ámbito del turismo, el pequeño comercio y el empleo, que el Ayuntamiento considera "claves para el desarrollo económico y social" de la capital. Carmena había propuesto a los trabajadores municipales que aportasen "ideas atractivas e innovadoras" que pudieran llevarse a la práctica y en cuyo desarrollo, una vez seleccionadas, podrán contar con la participación del propio trabajador municipal. 

La nota del Ayuntamiento dice que durante su reunión con los trabajadores, el viernes pasado, la alcaldesa destacó el "gran potencial" que posee la plantilla de empleados municipales "para generar ideas útiles que puedan mejorar la calidad de vida de la ciudadanía". El coordinador general del Ayuntamiento, Luis Cueto, por su parte, destacó la necesidad de "cambiar el ciclo y hacer cosas que Madrid necesita, y no aplicar en la ciudad fórmulas que pueden funcionar en otros lugares pero no necesariamente en la capital". Con respecto al proyecto elegido, el de rehabilitar las fuentes públicas de agua potable, será puesto en marcha en colaboración con la Demarcación de Madrid del Colegio de Ingenieros, Caminos y Puertos, interesada en poner en valor la evolución histórica del abastecimiento de agua de la ciudad.

Según datos del Ayuntamiento, la primera fuente decorativa de agua potable instalada en Madrid estuvo en la calle de San Bernardo, frente a la iglesia de Montserrat, con motivo de la traída de aguas del Canal de Isabel II en 1858. De forma simultánea, el ingeniero Lucio del Valle instaló el primer grifo de agua corriente de la capital en el sótano de su casa de la calle de Valverde (distrito de Centro), donde continúa la fuente y donde el Ayuntamiento ha instalado una placa conmemorativa para recordar el interés histórico del personaje y su fuente.

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