El portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, entiende que los datos de la EPA del 4º trimestre de 2012 indican que “la destrucción de empleo y el aumento del paro no están remitiendo”. Se rozan los 6 millones de desempleados en España y en la Comunidad de Madrid la cifra alcanza las 665.300 personas.
Respecto a la ciudad de Madrid, por primera vez en su historia se rebasa ampliamente los 300.000 parados, alcanzando el desempleo a 308.000 personas. “La tasa de paro en la capital llega al 18,66%”, destaca el edil del PSOE, quien subraya que en los distritos del sureste de la ciudad: Carabanchel, Usera, Villaverde, Puente y Villa de Vallecas, Moratalaz y Vicálvaro, “el nivel de desempleo es superior al que tiene la Comunidad de Madrid”.
Zonas como Orcasur, Entrevías, Portazgo, San Andrés, Cristóbal o Amposta continúan teniendo porcentajes de desempleo más altos que la media nacional. “Desde que Ana Botella es alcaldesa, el mercado laboral ha ido empeorando”, afirma Lissavetzky, ya que, además de incrementarse el número de personas sin trabajo, “tanto la cifra de ocupados como la de población activa ha disminuido”.
A falta de los datos más pormenorizados, es evidente que la ciudad está sufriendo de forma especial la política de recortes practicada desde todas las administraciones públicas, afectando de forma sensible al empleo público, con gran presencia en Madrid, en razón a su condición de doble capitalidad (España y Comunidad).
“Se está demostrando el fracaso de las medidas adoptadas desde los gobiernos de esas administraciones, desde la reforma laboral que se ha revelado como un instrumento de destrucción de empleo, pasando por los recortes en los servicios públicos, que solo consiguen retirar derechos a los ciudadanos y fomentar el paro entre los empleados públicos y los trabajadores en general”, asevera el edil.
Concluye Lissavetzky incidiendo en que “no hay incentivos al crecimiento económico, no hay medidas de reactivación de la economía y se siguen subiendo los impuestos y tasas, con lo que se lleva a un mayor hundimiento en el consumo de las familias, a la destrucción del empleo y al agravamiento de la economía”.
