El juez Eduardo López Palop ha confirmado en un auto su decisión de que el exjefe de la Policía Municipal de Madrid, Emilio Monteagudo, se siente en el banquillo de los acusados por su responsabilidad en el trágico desenlace de la fiesta que se celebró en el Madrid Arena.
Así consta en un auto en el que desestima el recurso de Monteagudo contra la resolución dictada el 29 de Agosto, resolución que se mantiene en todo sus extremos. En el fallo, contra el que cabe recurso, concluye que sin el «macrobotellón», el masivo asalto al pabellón no se hubiera producido.
En la resolución, el magistrado señala que existen «grabaciones inequívocas, tomadas por la cámara que está enfocando a la rampa que va a dar al portón de cota 0, en las que se ve a miles de jóvenes accediendo a la pista central, algunos de ellos en tal estado de embriaguez que caen al suelo sin que nadie les empuje».
«Estos jóvenes, que nunca debieron tener acceso al interior del recinto, provenían de la zona del botellón, como lo prueba claramente el lamentable estado en que se encontraban y como ya se ha expresado reiteradamente, ejercen una presión insoportable sobre los ocupantes de una pista, ya sobresaturada», reseña.
Además, agrega que estos hicieron que determinadas «personas, que según han declarado en las actuaciones realizadas, no podían ni respirar, buscaran la salidad a través de alguno de los tres vomitorios que se encontraban practicables».
Además, reseña que coincidiendo en el tiempo y en el espacio, algunos de los jóvenes que intentaban salir , con otros que estaban en el exterior y pretendían entrar por la misma vía, para presenciar el espectáculo, se produjo una colisión , confusa, tumultuaria e incontrolable entre personas que , agravando la situación, se encontraban bebidas en uno u otro grado.
«Cierto es que la Policía Municipal no es en modo alguno responsable, ni del abandono en la vigilancia a los accesos, en un momento en que ya toda idea de control era puramente ilusoria, y tampoco lo es de que se abriera el portón de cota», señala. «Cierto es lo anterior y cierto es que sin la existencia del ilegal "macrobotellón", el masivo asalto descrito nunca se hubiera producido», concluye.
