Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Lissavetzky denuncia el cierre de las Aulas de Tecnología en Madrid

jaime.JPG

El PSOE impulsará el desarrollo de la economía social en Madrid, un modelo que se ha demostrado altamente resistente a la crisis económica y que además aporta gran estabilidad laboral. El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky ha señalado en la Jornada de Economía y Empleo en la Ciudad de Madrid, celebrado esta mañana, que el Ayuntamiento tiene mucho que hacer en este sentido y ha criticado que Ana Botella haya abandonado iniciativas empresariales exitosas para estimular el tejido industrial en la capital. En concreto ha denunciado el cierre de las Aulas de Tecnología repartidas por los distritos, que han asesorado a miles de pequeñas empresas para su lanzamiento, y el cambio de orientación del Vivero de Carabanchel al entregar la dirección a un proyecto que se aleja del propósito social para el que se creó. 

La economía social, que tiene en el cooperativismo una de sus mejores expresiones, supone el 7,5% del Producto Interior Bruto (PIB) e implica a doce millones y medio de personas. Un total de más de 43.000 empresas, de las que la mitad son cooperativas y un 31% sociedades laborales, que han resistido bastante bien la crisis económica, según el Observatorio de Empleo. Pero más allá de los puros datos económicos, se trata de un modelo igualitario e integrador. El 15,3% de la plantilla lo componen mujeres mayores de 45 años, frente al 11,5% de otras empresas. La estabilidad es del 57% frente a la precariedad de las empresas convencionales. Las diferencias salariales y de promoción están más mitigadas y el porcentaje de acogida a mayores de 50 años y discapacitados es muy superior.
 
El modelo de economía social, bien acogido en los países nórdicos, cuenta en España con una Ley que la reconoce firmada en 2011, bajo la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero, como ha recordado Gabriel Calles, concejal socialista encargado de los asuntos de Economía.
 
El Ayuntamiento de Madrid hizo un tímido intento de avanzar en la economía social a través de un Libro Blanco publicado en 2009, que “necesitaría una revisión porque los datos han quedado obsoletos”, aseguró Jaime Lissavetzky.
 
El portavoz municipal recriminó a la alcaldesa Ana Botella que haya dejado de dotar a Madrid de instrumentos que impulsen la pequeña empresa, especialmente aquellas que mayor valor añadido pueden aportar por basarse en las nuevas tecnologías. Lissavetzky aseguró que ha sido un completo error cerrar la red de de Aulas de Tecnología que han asesorado a más de 54.800 empresas. Criticó que el Vivero de Empresas de Carabanchel se haya adjudicado a una empresa que nada tiene que ver con la economía social. “No se ha cerrado, pero se le ha dado un vuelco en la orientación que no tiene sentido. Algo parecido a lo que pretenden hacer con las escuelas infantiles, primando los criterios económicos a la hora de adjudicar”, aseguró.
 
El líder de la oposición municipal recordó que la Unión Europea ha incluido a la economía social en su agenda al proponer que se dediquen fondos y soporte electrónico a esta iniciativa. Y reclamó al gobierno de Botella que recupere herramientas que ya existían pero han dejado que languidezcan, “debido en buena medida a la cantidad de cambios en los gestores económicos en el Ayuntamiento, lo que ha supuesto un auténtico desastre”. En este sentido pidió que se reactive la Comisión creada para tratar estos asuntos e impulsar nuevas iniciativas. “El ayuntamiento de Madrid puede hacer mucho por la economía social y desde el PSOE apoyamos este modelo”, concluyó Lissavetzky.

 

Loading

Loading

Etiquetas:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

el distrito tv

lo más leído

Lo más visto

Scroll al inicio