El portavoz municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha denunciado la venta de 18 bloques de viviendas sociales propiedad de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo ( EMVS), según acuerdo del último consejo, en vez de potenciar el alquiler público. El cambio de titularidad puede anular los contratos de alquiler social de los habitantes de 1.800 pisos repartidos en Carabanchel, Vallecas y Centro. “Si no se toman las medidas oportunas, la decisión puede provocar el desahucio de cientos de familias “.
Lissaveztky anunció que el PSOE presentará iniciativas en sintonía con las de las asociaciones de vecinos, de las centrales sindicales UGT y Comisiones Obreras, y de algunos miembros del Colegio de Arquitectos para frenar una medida que supondrá un enorme escándalo y producirá un gran daño a los madrileños.
El propósito de la EMVS de aliviar sus deudas desvía a la empresa del carácter social que debe cumplir y se alinea con una forma de gestionar el urbanismo madrileño que está provocando una “enorme inseguridad jurídica” y “deterioro de la imagen de la ciudad”, declaró Lissavetzky.
El PSOE presentará al Pleno extraordinario de Urbanismo una enmienda a la totalidad a los planes urbanísticos de la alcaldesa porque son “una chapuza técnica y un abuso político”. Tampoco descarta llevar a los tribunales la venta de viviendas de la EMVS que podría provocar el desahucio de cientos de familias que vivían de alquiler a precios sociales.
Por otro lado, la cadena de sentencias del Tribunal Supremo de los últimos años han anulado algunos de los proyectos más emblemáticos de la ciudad, entre ellos la reforma de la Cornisa de San Francisco el Grande, el soterramiento de nueve tramos de la M-30, la operación Chamartín, la reforma de La Peineta y la ampliación de tres centros de El Corte Inglés. Por unos motivos u otros, exceso de edificabilidad, incumplimiento de la normativa de medioambiental o, directamente, por estrangulamiento financiero, el gobierno de Ana Botella ha batido el record de “inoperancia”.
A los proyectos que han tumbado los tribunales de justicia, se unen otros que simplemente se han aparcado o se han entregado a manos privadas y que por falta de financiación se han paralizado. La remodelación del eje Prado-Recoletos estaría entre los primeros. La remodelación del Paseo de la Dirección en el distrito de Tetuán es un ejemplo de cómo una reforma del barrio entra en vía muerta. Otro tanto ocurre con el entorno de la Cebada donde lo único que se ha hecho es derribar el antiguo polideportivo.
Lissavetzky ha denunciado una forma de gestión que se vale de dilatar los plazos y de la impunidad. “Botella piensa que después de que se han hecho las obras será imposible volver atrás”, y crea inseguridad jurídica a los ciudadanos, pero también a los empresarios. Respecto a Valdebebas, el portavoz socialista ha señalado que se podría haber solucionado desde el diálogo y la especificidad de este ámbito. En cambio, el Gobierno municipal ha preferido utilizar la arrogancia para usarlo como escudo y de paso solucionar la mala planificación del Ayuntamiento.
