El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha señalado hoy que el equipo que dirige Alberto Ruíz-Gallardón “tiene miedo al diálogo”. En su opinión, una cuestión tan fundamental como el reparto de competencias entre Ayuntamiento y Comunidad de Madrid “no se puede resolver comportándose como contables con manguito”. Por ello, el rechazo del PP a la creación de una comisión no permanente para analizar y debatir esta cuestión supone “un antes y un después” en las relaciones del PSOE con el ejecutivo municipal.
El edil ha defendido la creación de esta comisión en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid, una iniciativa impulsada por el grupo socialista y que ha contado con el apoyo tanto de IU-Los Verdes como de UpyD. Lissavetzky ha reprochado al equipo de Gallardón que los ciudadanos conozcan por la prensa la marcha de las negociaciones y ha puesto de manifiesto que esta actitud contrasta con la intención de “parlamentarizar” el gobierno municipal. “Parece más una versión reducida, casi liliputiense, de un Parlamento”, ha apuntado.
El portavoz socialista ha señalado que este reparto afecta de lleno a la “arquitectura municipal” e implica a la cuarta parte del presupuesto de la ciudad. “Dada su importancia, me extraña que el Ayuntamiento no quiera compartir el camino de esta negociación con la oposición”, ha afirmado.
En este sentido, Lissavetzky ha recordado cómo al principio de la legislatura “les ofrecimos nuestra colaboración y lealtad institucional y, a cambio, les pedimos permanentes diálogos que se tradujeran en compromisos compartidos”. La negativa a contar con esta colaboración “no solo representa una falta de respeto a la oposición, sino también al conjunto de la ciudadanía. Han convertido una oportunidad en un fracaso”, ha apuntado.
Respondiendo al responsable del área de Hacienda, Juan Bravo, quien ha matizado que el alcalde de la ciudad ya ha comparecido en la comisión creada en la Asamblea de Madrid, Lissavetzky ha reivindicado que la cuestión también se estudie en el Consistorio: “No nos interesan las relaciones entre Gallardón y Esperanza Aguirre, pero sí creemos importante conocer el contenido de las negociaciones entre el alcalde y la presidenta regional”. A reglón seguido, el portavoz del PSOE ha manifestado sentirse “mucho más representado por el portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez”, que el apoyo que recibe el alcalde por parte de Aguirre, ya que -como ha indicado- fueron los grupos de izquierda los que solicitaron la presencia de Gallardón en la Asamblea.
Para Lissavetzky, el debate sobre las competencias no “tiene que ver con quién se queda con tal o cual cromo” sino con la calidad de los servicios que se presten a los ciudadanos, algo que no sólo puede dilucidarse desde una perspectiva técnica. El portavoz socialista ha hecho especial hincapié en el posible traspaso del Metro a la Comunidad de Madrid. Se ha referido al baile de cifras sobre la aportación del Ayuntamiento al suburbano, que ahora parece fijado en unos 159 millones de euros, y ha preguntado al equipo municipal si la Comunidad compensará esta cantidad. “El gobierno regional no dice nada al respecto y esto puede derivar en un tarifazo”, ha concluido.
