Manuela Carmena ha puesto punto final a una de las unidades policiales más polémicas nacidas al calor del ex alcalde Alberto Ruiz Gallardón. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado que en un plazo de 15 días disolverá la Unidad Central de Seguridad (UCS) 1 y que en un plazo de dos meses hará lo mismo con la segunda unidad. Las UCS, conocidas como ‘la unidad parapolicial de Gallardón’, según denunció el sindicato Unión de Policía Municipal (UPM), o más popularmente como ‘los antidisturbios municipales’ fueron pieza fundamental de los momentos más críticos del Gobierno del exalcalde al ejercer una labor parecida a los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía. Se trata, por tanto, del fin de un departamento al que el actual Gobierno municipal puso en entredicho desde el momento en que tomó posesión. La naturaleza de Ahora Madrid, nacida a raíz de los movimientos del 15-M, provocó que sus representantes no miraran con buenos ojos a aquellos funcionarios que meses atrás se habían encargado de controlar sus protestas callejeras, lo que generó un temor que hacía prever lo que ha sucedido. Las primeras medidas que tomó el Ejecutivo de Manuela Carmena, de hecho, fueron el rediseño de las funciones de las UCS, que al parecer no ha sido suficiente. La UCS-1 desaparece el lunes y los agentes que no están en comisión de servicio, los auxiliares administrativos y los de policía allí destinados pasarán a la UCS-2 (37 plazas) y el resto, a distintas Unidades de Distrito.
